22 ene. 2025

“Tener una gran cantidad de leyes no te asegura que van a ser cumplidas”

Según la magistrada, la falta de cultura del cumplimiento de las leyes es lo que hace que la ciudadanía no respete las normas. Reconoce que existe un descrédito a la Justicia y que la solución es la educación.

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Claudia Carolina Criscioni Ferreira

Raúl Ramírez Bogado
@raulramirezpy

Para la actual camarista Claudia Carolina Criscioni Ferreira, miembro del Tribunal Especializado de Delitos Económicos, la falta de una cultura de cumplimiento de las leyes es lo que hace que la ciudadanía no respete las normas. Explica que, en algunos países, son mucho menos las normativas, pero se cumplen. Reconoce que existe un descrédito en la Justicia y que la educación es uno de los factores para cambiar la realidad actual.
–¿Por qué la ciudadanía no cumple las leyes?

–En primer lugar, me parece una pregunta superamplia. Además, no sé si es correcto afirmar que toda la ciudadanía. En realidad, claro, una parte no cumple con las leyes y otra parte, sí. Y eso hace posible nuestra convivencia. El problema siempre ha sido debatido; es decir, no voy a decir algo nuevo, pero pienso que la cuestión está vinculada a una cultura de cumplimiento, respecto a ciertos parámetros que todos consideramos son necesarios para una convivencia armónica.

–¿Esto cómo se da en otros países?

–Lo que te decía, si te pones a pensar los países nórdicos tienen un volumen mucho menos alto de normas. Tienen muchas menos normas, pero claro, por lo menos la percepción es que ahí sí hay cumplimiento de leyes. En cambio, la mayoría de nuestras naciones tienen una cantidad impresionante de reglamentación que, sin embargo, no se cumple. Si hablamos de leyes y hablamos de leyes penales, esto está vinculado a lo que suelo repetir bastante que, en realidad, la misión de la administración de justicia en el área penal, en el campo y materia penal, tiene que ser lograr justamente el afianzamiento de la norma penal, y no es que este abandonando el concepto de bien jurídico como la finalidad de protección del derecho penal, sino que lo que estoy afirmando es que si no hay un afianzamiento de la norma a través de pronunciamientos de los órganos de la administración de Justicia, entonces, claro, hay una percepción y una realidad que está vinculada a que las leyes no se cumplen.

–¿Hay exceso de leyes?

–Lo que te decía anteriormente es que una cantidad de leyes no aseguran su cumplimiento. En realidad, no tiene que ver me parece con la cantidad, sino con la calidad de las mismas y además tiene que ver con esta cultura que entre todos tendríamos que ir desarrollando respecto a la visión global de que el ordenamiento jurídico debe ser respetado, que el mantenimiento, el respeto a un Estado de Derecho es una finalidad que tiene que ser de alguna manera cumplida efectivamente.

–¿Entonces?

–Entonces, pienso que una cantidad de leyes que además no está sistemáticamente establecidas, que se superpongan y tal, tampoco van a garantizar el cumplimiento; al contrario; pero no hay que negar que unas leyes que cumplan en materia penal, digamos con los límites y permanentes, entonces sí son absolutamente necesarias e indispensables para lograr la convivencia.

–¿La impunidad es un factor importante para el incumplimiento?

–Claro. La cuestión es que siempre se ha preguntado y discutido incluso en materia de filosofía, cuál es la función de la pena y qué se busca con el derecho penal, con la aplicación del derecho penal. Obviamente, volviendo a que lo que asegura la convivencia es una conciencia entre todos de que si alguien viola una norma y se dan los demás presupuestos de punibilidad, va a ser castigado.

–¿Va por la conciencia?

–Entonces, si no hay esa conciencia, entonces, claro, ¿qué te podría motivar a cumplir la norma? Siempre me emocionó, me entusiasmó, desde mi inicio en los estudios, la historia de este molinero Arnoldo, que realmente no se sabe si es fábula o si realmente ocurrió, pero esta frase “todavía hay jueces en Berlín”. Es algo que incluso en momentos difíciles me hace comprender o busco con ello que esto sea una realidad para nuestro país. Pienso que la forma o pienso que los países donde el Estado de Derecho se cumple o se respeta son los países donde el Poder Judicial es fuerte. Es decir, donde el Poder Judicial define los conflictos y de una manera absolutamente objetiva, imparcial, porque, claro que ¿cuál es el problema?, si no estoy convencida de que teniendo alguna diferencia con otros ciudadanos, si no estoy convencida de que teniendo un conflicto este no va a ser solucionado por un tercero de manera absolutamente imparcial y correcta, entonces, claro, busco la solución de mi conflicto por otros medios y el medio siempre es la fuerza y esto es lo que deteriora nuestro Estado de Derecho.

–¿Es solo la impunidad?

Me parece que en ese sentido claro la impunidad entendida correctamente el concepto de impunidad, porque, miren, la cuestión está también ligada al problema de la arbitrariedad, a que pareciera un mundo del revés; de personas injustamente procesadas y condenadas cuando no corresponde esto, o personas injustas, no condenadas, no procesadas cuando si correspondería. Esto es lo que lleva un mensaje negativo.

–¿La ciudadanía no cree en la Justicia?

–Claro, como parte del sistema de justicia es una pregunta incómoda para mí, porque claro, me critico a mí y estoy hablando de mi labor en realidad. Según todos los análisis y todas las percepciones, todo lo que se lee y se escucha, sí. Ahí hay bastante descrédito en la justicia. Lamentablemente, soy una convencida hasta probablemente el fin de mi vida de que la única manera de que se pueda confiar en la Justicia, de que la ciudadanía recupere la fe en la Justicia, que los conflictos sean solucionados conforme a derecho, y esto en realidad requiere del juez, del aplicador, un conocimiento, un pensamiento sistemático, que es lo único que puede librarlo de la arbitrariedad.

–¿Cuál sería la solución?

–Son varias las soluciones. El problema claro, el primer paso sería la educación, y tenemos otra vez una serie de factores. Claro está la corrupción que debe ser erradicada, pero como digo, me parece que las soluciones reafianzan la norma penal. No hay otra solución. El Poder Judicial tiene que cumplir con su rol constitucional y tiene que, en el área penal, afianzar la norma penal. Debe dar este mensaje o si no, nunca vamos a poder tener un estado de Derecho.

Los países nórdicos tiene un volumen mucho menos alto de normas. Tienen muchas menos, normas, pero claro, por lo menos la percepción es que ahí sí hay cumplimiento de leyes.
Entonces, pienso que una cantidad de leyes que, además, no están sistemáticamente establecidas, que se superpongan y tal, tampoco van a garantizar el cumplimiento.

Ex fiscala y actual camarista penal
La Dra. Claudia Carolina Criscioni Ferreira fue asistente fiscal, luego fiscala en lo Penal, para después ascender a jueza de Sentencia en el fuero Especializado de Delitos Económicos. Ahora, se desempeña como miembro del Tribunal de Apelación Especializado en Delitos Económicos y Corrupción y Crimen Organizado.

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