“¿Vale la pena tener esperanza?”, manifestó monseñor Pierre Jubinville, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya y obispo de San Pedro, al dar lectura a su mensaje ante el presidente de la República, Santiago Peña, y demás autoridades del Estado.
“Cuando vivimos la enfermedad, la pobreza, el empleo precario, las muchas faltas en salud, educación, vivienda, seguridad, justicia, oportunidades, y Dios sabe que son condiciones muy reales para mucha gente en nuestro país”, señaló el obispo al aludir a la esperanza.
Destacó que la esperanza es necesaria, “además cuando experimentamos las desidias de sistemas ineficaces autorreferentes y corruptos que deberían atender a esas necesidades” y ante eso, “¿qué podemos esperar?”, cuestionó.
Lea más: Con minutos de retrasos, Gobierno inicia las celebraciones por la Independencia de Paraguay
El obispo señaló que el pueblo paraguayo es “extraordinariamente resiliente y valiente” y que ante las situaciones que atraviesa “no se entrega”.
EN VIVO - Te Deum https://t.co/4wNncdlPj0
— Presidencia Paraguay (@PresidenciaPy) May 14, 2025
En otro momento, aludió al carácter acelerado de estos tiempos y alertó de que abre espacio a desigualdades y distorsiona la esperanza.
“’Corramos, trabajemos, produzcamos, consumamos, acumulemos parecen ser nuestros lemas y alimentan el desorden que también favorece la división de la sociedad entre ganadores y perdedores, entre conocedores e ignorantes, entre los que tienen y no tienen. Este tipo de esperanza nos agobia”, expresó.
Al aludir nuevamente a la esperanza, Jubinville manifestó que esta nos permite ir al pasado con realismo y genuino interés, nos permite reconocer y sanar traumas, “no sin pasar por duelos y conflictos”, y que es necesario reconocer que existen estos traumas y que todavía afectan.
En ese aspecto, citó el colonialismo, las guerras, el esclavismo y la dictadura como ejemplo.
Nota relacionada: Video: Ciudadano escracha a Latorre tras homenaje a los Próceres de Mayo
En un día de celebración histórica, el monseñor manifestó que la esperanza hacia el pasado nos permite ver a los héroes como personas, “grandes pero falibles”, con sus dinámicas e intereses particulares, y asimismo, ver a las personas como héroes, “luchando en la vida cotidiana, resistiendo a ser reducidas a cosas y meros instrumentos”.
En ese sentido, se orientó al presente y señaló que de la misma manera se pueden superar las jerarquías, las divisiones. “Somos hermanos y hermanas, somos diferentes y podemos amarnos de verdad”, agregó.
Al final de su mensaje, orientó a reconciliarse con el pasado, pero anclado a la comunidad de hoy.
“Podemos mirar hacia adelante con confianza, esta esperanza realmente no defrauda, más bien libera, arraiga, sostiene, energiza, motiva”, expresó.
“Que brote esta esperanza en todo nuestro pueblo en su día. Amén”, finalizó su mensaje.
El Te Deum (“A ti, Dios”, en latín) es un antiguo canto de alabanza y acción de gracias a Dios atribuido a San Ambrosio, quien fue obispo de Milán, en el siglo IV. Este himno cristiano se utiliza en ocasiones especiales.