18 may. 2024

Tecnología, la gran ausente del Censo

La intención de este artículo no es sumar críticas al Censo, sino intentar hacer una lista de lecciones aprendidas, en especial sobre aquellos aspectos donde la tecnología pudo haber ayudado a tener mayor control y capacidad de reacción.

Debo comenzar mencionando que el Censo se asemeja a un relevamiento masivo de información presencial, que cada vez debe armonizarse más con una estrategia de enriquecimiento, de la información relevada con registros administrativos existentes en el estado e incluso en el sector privado.

Como lección, deberíamos aprender de las falencias y establecer un mejor proceso para el análisis de los datos relevados. Como por ejemplo, tener en cuenta herramientas como las que se usaron en Pytyvõ, donde más de 2 millones de paraguayos completaron un formulario digital, tanto vía web como un aplicativo móvil, e incluso adjuntaron la fotografía digital de su cédula para acceder a los beneficios de aquel programa. A datos que ya se tienen, como los de Pytyvõ, se podrían sumar datos que el estado ya almacena de la función pública, jubilaciones, seguridad social, registro obrero patronal, registro del estudiante, vacunación, migraciones, ANDE, y muchos otros que pueden ser o no relevantes pero que incorporados a herramientas tecnológicas avanzadas podrían haber ayudado a consolidar, cruzar y generar información más consistente, enriquecida y escalable, incluso al mismo momento del censo.

El enriquecimiento de datos proveniente de diversas fuentes genera mayor certeza, abundancia, consistencia y calidad de la información.

Aplicando esta lección en el censo, los formularios físicos podrían haber sido reemplazados por formularios digitales, por ejemplo un aplicativo móvil donde el censista se identifique digitalmente. El uso de un aplicativo permitiría además su geolocalización, su circuito de visitas, las preguntas, un control en línea y tiempo real de su hoja de ruta para asegurar y facilitar el acabado cumplimiento de las casas asignadas a cada censista en los plazos establecidos. Esto podía incluso habernos dado una medición del avance del censo hora a hora, que si bien podría contener datos preliminares, hubiera ayudado a reaccionar ante la ausencia masiva de censistas que ya se conocía al iniciar el proceso.

Finalmente, la gran lección aprendida es la necesidad de un dialogo abierto y colaborativo con el sector privado, pues muchas de las tecnologías planteadas pueden ser caras o llevar tiempo en implementarse, pero volviendo al caso de Pytyvõ, fue el sector privado el que articulado por el Ministerio de Hacienda ayudó a elaborar la página web y el aplicativo móvil para inscribirse al programa. Proveyó, además, los mecanismos de pagos digitales, la cobertura a comercios para que estos pudieran vender a beneficiarios, los mecanismos de protección y prevención de fraude en los pagos y de atención a beneficiarios. El sector privado tiene amplios conocimientos sobre los mapas, las ciudades, los circuitos y herramientas tecnológicas de rastreo y gestión que hubieran permitido el adecuado andamiaje y eventualmente la disponibilización de algunas de estas herramientas para el día del censo, sin que el estado tuviese que salir a comprar aplicativos, sistemas o equipamientos.

Cada vez más los procesos de gestión del Estado se compatibilizan con procesos del sector privado para lograr sistemas armónicos de protección social, interoperabilidad, datos estadísticos, modelos predictivos y monitoreo del impacto de iniciativas de bienestar de la población que son de interés público y privado. Solo hay que abrir los canales, conversar, acordar y tomar lo mejor de cada parte a favor de la población.

Pytyvõ demostró que la digitalización no es un problema cuando se colocan los incentivos correctos. Ojalá en el futuro iniciativas de programas como el censo tengan mejores prácticas de adopción tecnológica y articulación con el sector privado dispuesto a colaborar. La información es poder, aun más la información certera y conseguida mediante un proceso de excelencia.

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