La ley del arbolado urbano, como recordó Jorge Paredes, representante vecinal, dice que la Comuna puede derribar árboles en una plaza con el previo consentimiento de los vecinos y con el informe de un profesional que justifique el derribo. “En ese lugar no hay infraestructura urbana, no hay veredas. ¿Cuál es la justificación?”, cuestionó.
A un kilómetro de la plaza se prevé la construcción de una estación de servicio, según la denuncia. Jorge pidió que la Junta detenga dicha construcción.
“Lo que necesitamos es más árboles, alumbrado público, veredas donde la gente pueda caminar”, reclamó.
María Teresa Benítez, vicepresidenta de la comisión Mburucuyá Poty, reclamó que en el sitio se hubiera utilizado glifosato para realizar la tala.
“No queremos seguir siendo envenenados”, manifestó, y apuntó a la construcción de grandes edificios en la zona en detrimento de los servicios que necesita la comunidad. “Tenemos cortes de luz y cloacas abiertas a consecuencia de estos edificios”, dijo.
Esther Alvarenga, jefa de la unidad de arbolado urbano de la Municipalidad, indicó que la tala fue realizada en el marco del Plan de Manejo del Parque Guasu. “Y el plan (...) dice ‘erradicación’, tan difícil es... Porque es tan fértil, en dos años ya es un árbol gigante”.
Jorge Paredes, quien también es ingeniero ambiental, respondió en este sentido que “eliminar una especie exótica es una prioridad, pero para un área silvestre protegida”.
“Y esto es una plaza –añadió–, no un área silvestre. ¿Qué es prioridad en Asunción, donde tenemos islas de calor e inundaciones?”.