Desde sus primeros pasos en el mundo de las noticias, Susana Oviedo demostró una pasión por contar historias, además de un compromiso con la verdad y la ética periodística. Hoy recuerda cómo fueron sus inicios. “Vine cuando aún no me sentía periodista, invitada por mi profesor de facultad que trabajaba aquí. Llegué con miedo, pero con la seguridad que mi profesor me ayudaría. Empecé en la época de las máquinas de escribir, cuando se utilizaban cuartillas, unas hojas con medidas, para saber la cantidad de palabras que entraban por línea”, rememora, entre sonrisas.
A lo largo de los años, fue integrando diversas secciones del diario. Esto le sirvió para conocer a fondo nuestro territorio y recorrer varios países.
“Última Hora es una ventana al mundo; si no estaba aquí, no hubiese conocido China Popular, China Taiwán, EE.UU. y países de Europa y Latinoamérica. Además, gracias a Última Hora conocí de punta a punta el país”, comenta Susana, quien actualmente integra la sección Política.
Destacada
Su incansable búsqueda de la objetividad y su habilidad para investigar a fondo la convirtieron en una referencia para sus colegas y en una voz confiable para los lectores de Última Hora.
Además de su destacada labor como periodista, Oviedo es una reconocida defensora de la libertad de expresión y de los derechos humanos. Su compromiso con la verdad y su valentía para enfrentar los obstáculos y las presiones propias de la profesión la convirtieron en un ejemplo a seguir para las generaciones más jóvenes de periodistas.
“Tengo 34 años en el periodismo y en Última Hora; el diario es mi segunda casa. Por aquí pasaron periodistas de renombre y de gran valor que fueron maestros nuestros, como Horacio Pussineri y Reinaldo Montefilpo, gente muy valiosa”, explica, y añade que éstos eran referentes de la profesión.
“Llegábamos al diario y teníamos a quién preguntarle sobre cómo podíamos hacer un título o cómo enfocar un tema, porque cuando uno empieza en el periodismo necesita de un tutor. Recuerdo a Guillermo Ares, que además de compañero de trabajo era un maestro para todos, antes no teníamos Google, pero le teníamos a estas personas para dilucidar nuestras dudas”, dice.
Cuando ingresó por primera vez al diario Última Hora, recuerda un olor muy particular que se percibía.
“Era un olor a tinta que siempre me atrajo y me gustó, tanto que quería conocer dónde se imprimía el diario. Fue lo más emocionante que viví en mis comienzos de periodista”, señala Susana, quien sigue marcando huellas por su dedicación y profesionalismo.