Técnicos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), vienen trabajando para mitigar su propagación. “Desde que se detectó el caso de Ka’arendy, estamos con una alerta máxima para controlar los brotes que están surgiendo en Colonias Unidas y en otros puntos de la región porque lastimosamente creció el problema”, indicó José Soto, jefe zonal del Senacsa.
Explicó que se están vacunando animales en los establecimientos ganaderos vecinos a las fincas en donde se detectaron los casos. Especialistas del Centro Antirrábico Nacional están acompañando la tarea de los funcionarios del servicio veterinario y de empleados municipales para aplicar las dosis a los animales. “En todos los sectores afectados y los establecimientos ganaderos en un radio de hasta cinco kilómetros alrededor estamos inmunizando toda la ganadería para buscar frenar un contagio masivo de la rabia bovina”, detalló sobre los trabajos que se llevan adelante para contener la transmisión.
Las numerosas personas que manipularon los animales infectados en Itapúa también están en tratamiento para prevenir el contagio, ya que la enfermedad puede ser fatal, alertaron los técnicos.