Así lo explicó Miguel Mora, economista jefe del Banco Central del Paraguay (BCP). El alto funcionario de la banca matriz recordó que durante años previos la inflación estuvo en una gran parte explicada por los combustibles, pero que en esta oportunidad el impacto puede ser más reducido atendiendo la tendencia que se estaba experimentando en los últimos meses en los costos de los carburantes.
“Los combustibles estuvieron aumentando fuertemente desde el año 2021 y 2022, y en el periodo reciente ha estado reduciéndose, o sea, el pico máximo que habíamos medido de incremento de combustible fue aproximadamente un 57% y desde mitad de año del 2023 los precios se han ido reduciendo casi un 18 a 19%. Lo que habría que preguntarse es si esa reducción anterior se ha materializado en alguna reducción de los precios de otros bienes y servicios que utilizan justamente como insumo los precios de los combustibles”, manifestó.
“Y si no es así, ha habido una reconstitución de márgenes, probablemente comerciales, y lo que habría que ver es si este aumento (último ajuste de los combustibles en el mercado) representaría un incremento como en el periodo en donde los precios estaban subiendo constantemente. Eso es lo que estaríamos analizando (durante los trabajados de medición de la inflación correspondientes al mes de marzo)”, añadió.
CHOQUE. Sin embargo, Mora aclaró que con la suba de los combustibles “evidentemente” habría algún impacto en el IPC del tercer mes del año. “Evidentemente, hay un efecto directo, ya que los combustibles forman parte de la canasta, pero lo que podríamos esperar probablemente es algún tipo de menor efecto sobre los otros bienes y servicios dados, digamos, que probablemente las reducciones que habíamos visto hasta el mes pasado aparentemente no se han materializado en una baja fuerte de los bienes y servicios que utilizan como insumo los combustibles; habría que ver eso, un poco es la visión que estamos teniendo, nosotros continuamos con las mediciones de precios a lo largo del mes y bueno, este resultado lo tendríamos a finales de marzo”, explicó.
Cabe recordar que según las estadísticas del BCP, el gasto de transporte en la canasta medida por la banca matriz (que recoge el efecto más directo de la suba de los combustibles) acumula un incremento del 26% desde 2021 hasta febrero de 2024. Es uno de los grupos de la canasta de mayor aumento, junto con los bienes alimenticios, que arrastran una expansión de más de 30%.