Esto, teniendo en cuenta que “el Juzgado consideró que esa camioneta era fruto o estaba a beneficio del ilícito del tráfico de drogas”.
Además, señaló: “Acá se hicieron todas las funciones que nos atañen como administrador de ese bien, se cumplieron legalmente todos los requisitos para su registro y, bueno, ese vehículo ya en su etapa investigativa y en la etapa de juzgamiento no ha recibido ningún reclamo ni requerimiento por parte de las autoridades brasileñas. Son funciones de parte de las autoridades investigativas que han incautado esos bienes hacer comunicaciones con sus pares”.
Explicó que tanto la Policía como el Ministerio, durante la etapa de investigación, debían verificar con sus pares del Brasil si ese vehículo se encontraba denunciado como robado.
En ese sentido, resaltó que “no existe ni un pedido o requerimiento oficial por parte de las autoridades brasileñas sobre este vehículo”.
AFECTADO. Por su parte, Ortiz mencionó que ya recurrió en varias oportunidades a la Senabico para que le devuelvan su dinero y hasta el momento no le dan solución. El hombre pagó G. 140 millones para adquirir el rodado y al volver a comercializarlo, el nuevo dueño intentó viajar al exterior y fue demorado por la Policía.
En la página web de la Policía brasileña salta que dicha camioneta tiene código rojo al ser robada a mano armada a un ganadero.