Ricardo Martínez Vázquez señaló que realizó giros y transferencias por más de USD 50.000 (G. 350 millones aproximadamente) a los pastores de la citada iglesia, en diversos conceptos y montos.
Los denunciados son la misionera coreana Jum Suck Lee y el pastor uruguayo Eduardo Fabián Laguna.
De acuerdo a la denuncia que accedió la redacción de Última Hora, los pastores de la citada iglesia supuestamente recurrían a varios métodos para persuadir y amedrentar a los fieles, y bajo amenazas les exigen considerables sumas de dinero a cambio de “concederles el perdón”.
Según testimonios, la misionera coreana supuestamente utiliza tácticas manipuladoras para convencer a los creyentes de que deben realizar transferencias millonarias de dinero como parte de un proceso de “perdón divino”.
La denuncia radicada en la Fiscalía de Encarnación recayó en la Unidad Penal a cargo del fiscal Ever Williams, quien ya tomó declaración al denunciante.
Producto de esta grave situación el hombre perdió a su esposa que fue llevada al Uruguay y le exigían millonarias sumas para poder recuperarla.
Martínez manifestó además que las diversas sumas de dinero le eran exigidos bajo amenaza, extorsión o como diezmo, ya sea para recibir el perdón divino, salvarse de la muerte o para recuperar a su familia.
De acuerdo al relato del denunciante, tanto la misionera coreana, el pastor uruguayo y los colaboradores cercanos, operaban de diferentes formas y les extorsionaban a los fieles en nombre de recibir el perdón y la salvación de Dios.
Le pidieron USD 3.000 como ofrenda para salvar su relación
“Tras separarme, el pastor Laguna y la misionera Lee, me exigían un pago de USD 3.000 (G. 21 millones aproximadamente), como ofrenda para salvar mi relación y ser perdonado por Dios. Ante mi negativa, me coaccionaron manipulando a mi ex pareja con la excusa de una supuesta enfermedad, que solo sería curada con una ofrenda adicional de USD 5.000”, denunció.
Pero las cosas no quedaron ahí y siguieron extorsionado al hombre, quien incluso entró en un cuadro depresivo.
Cansado de esa situación y la explotación laboral al que están siendo sometidos muchos jóvenes, quienes son obligados a vender panes y bananas en las calles, decidió hacer una denuncia penal contra las personas mencionadas y la iglesia Siglo XXI, situada por la calle General Bruguez y la Avenida Irrazabal de Encarnación.
De acuerdo a los datos recabados, dicha iglesia no estaría habilitada para operar en nuestro país.
El denunciante, relató que la misionera conocida como una líder carismática ha estado predicando sobre la necesidad de sacrificar bienes materiales para alcanzar la salvación y el perdón de Dios.
Aprovechándose de la fe y la devoción de sus fieles, les asegura que estas contribuciones son fundamentales para su bienestar espiritual y que, sin ellas, sus pecados no podrán ser perdonados.
Esta situación ha creado un ambiente de presión constante entre los fieles, quienes sienten que no tienen otra opción más que cumplir con estas demandas para obtener la salvación.
Asimismo, existen versiones de que la misionera supuestamente establece montos específicos basados en el nivel de “pecado” de cada individuo.
Esta grave situación, además de dejar cicatrices profundas en la familia afectada amerita un profundo debate sobre el papel de las iglesias y los líderes religiosos en la vida comunitaria, mientras la ciudadanía aboga por una mayor regulación en las actividades de las organizaciones religiosas.
Abogado tiene pruebas de las transacciones, dice
Al respecto, el representante legal de la víctima, abogado Luis Espinoza, señaló que la denuncia es sumamente grave y amerita una profunda investigación del Ministerio Público, a fin de poder desbaratar el esquema de extorsión, coacción y lavado de activos transnacional, atendiendo a que el dinero reunido a través de estas acciones fraudulentas es enviado al Uruguay a través del servicio de Western Unión.
“Tenemos documentados gran parte de las transacciones que hizo mi cliente a esta gente, por eso queremos que el Ministerio Público realice una exhaustiva investigación para poder llegar a los responsables de esta iglesia, por los reiterados hechos de extorsión, amenaza, coacción y coacción grave”, señaló el profesional.