Hoy leemos el nacimiento de Juan Bautista que tendrá la misión de anunciar la llegada del Mesías y de mostrarlo al pueblo.
Lucas tiene mucho interés en situar con precisión el marco histórico de los hechos principales: “En tiempos del rey Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, cuya mujer, descendiente de Aarón, se llamaba Isabel”. Herodes reinó en Palestina del 37 al 4 a. C.
Zacarías e Isabel eran “justos ante Dios y caminaban intachables en todos los mandamientos y preceptos del Señor”. Caminaban de acuerdo con la voluntad de Dios. Eran estériles y de edad avanzada. Dios se sirvió de ese mal y de esa circunstancia para obrar un don muy alto: el nacimiento de Juan Bautista.
El anuncio del nacimiento ocurrió mientras Zacarías ejercía su sacerdocio en el templo para ofrecer el incienso y se le apareció el ángel del Señor. “El ángel le dijo: ‘No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada, así que tu mujer Isabel te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Juan’”.
Lo primero que le dijo el ángel es: “No temas”. Los ángeles son enviados de Dios para servirle y, además, ayudar a los hombres a abrirse al misterio de Dios. Por eso, el ángel lo primero que le dice a Zacarías es que no temiera.
Zacarías escucha al ángel, pero no cree y pregunta: “¿Cómo podré yo estar seguro de ello?”. La fe de Zacarías es una fe débil. Y el ángel le anuncia que se quedará mudo hasta el momento del nacimiento. Zacarías recupera el habla cuando nace Juan para poner el nombre al hijo como el ángel le había mandado.
Qué diferente la fe de Zacarías en el anuncio de Juan que la de María y José en el anuncio de Jesús. La fe de María y la de José es una fe firme. Esa es la fe que hemos de pedir al Señor, por medio de los ángeles, para fiarnos de Dios y descubrirlo en las cosas buenas y en las cosas malas que nos ocurren a lo largo de nuestra vida.
(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/gospel/2023-12-19/)