La niña, quien hoy tendría 11 años, desapareció un día miércoles de su vivienda, en la compañía Isla Alta de la ciudad de Emboscada, en el Departamento de Cordillera. Debido a sus dificultades motrices, el caso alarmó a las autoridades, quienes inmediatamente iniciaron la búsqueda y abrieron una causa penal.
Se hicieron más de 40 allanamientos en los últimos años y pese a varias pistas, no se pudo dar con el paradero de la pequeña. Ahora, ya no hay operativos en curso.
“La Policía abandonó la búsqueda. Yo entiendo que la delincuencia está sobrepasada, pero no tendría que ser así. Cuando desaparece Yuyú, se hace mucho ruido, y luego decayó el interés de la gente que gritaba todo el día por encontrarla”, expresó el abogado Max Narváez.
Varias hipótesis se manejaron en el caso; sin embargo, hasta el momento no se pudo encontrar a la pequeña y su caso quedó archivada.
La causa tiene un sinfín de interrogantes porque desde un comienzo, la familia, es decir, la madre Lilian Zapata y el padrastro de la menor, Reiner Oberuber no colaboraron con la Justicia y se llamaron al silencio, lo que generó complicaciones en la pesquisa.
En la vivienda se habían encontrado rastros de sangre; sin embargo, la familia no aportó el ADN y tampoco se especificó si la niña tenía medicación ni sobre su condición física y tampoco la del médico al que iba.
Hace un año atrás, un video de la red social TikTok, alertó a la familia de Yuyú y a las autoridades, debido a que aparece una menor con características similares a Juliette. Las imágenes fueron entregadas al Ministerio Público.
“Ese video llama la atención, se le ve a la niña, con un desarrollo que tendría la misma Yuyú. Con respecto a eso, la Policía rechazó la teoría y nosotros hicimos la comparación. Para la madre sí es la niña y la Fiscalía, nada, se apega a lo que dice la Policía”, detalló Narváez.
El video había sido grabado en Ecuador, donde saltó la hipótesis de que hay tráfico y granja de niños. El padre biológico de la niña intentó ir a Ecuador, pero la Policía le recomendó que no por peligro. El caso está cargado de misterios y la pregunta sigue siendo la misma: ¿Dónde está Yuyú?
