En un comunicado, el hospital universitario señaló que Schumacher está continuamente vigilado con los tratamientos que se le administran, e insistió en que el equipo médico “sigue juzgando la situación de Michael crítica”.
El centro médico precisó que, por respeto a su intimidad, no detallan en qué consiste ese tratamiento y que tampoco tiene previsto por ahora organizar nuevas conferencias de prensa ni divulgar más comunicados.
Y pidió de nuevo a la prensa, “con insistencia”, que respete “el secreto médico” y que se ajuste “a las informaciones dadas por el equipo médico” que se encarga de él o por los representantes del expiloto porque “son las únicas informaciones válidas”.
Horas antes, la Fiscalía que lanzó la investigación judicial anunció que el próximo miércoles a las 11.00 locales (10.00 GMT) dará una conferencia de prensa con los gendarmes que trabajan en el caso para presentar el avance de sus trabajos.
Schumacher se dio un fuerte golpe contra una roca al caerse en un espacio fuera de las pistas cuando esquiaba con su hijo y con varios amigos en la estación de Méribel, en los Alpes franceses.
Nada más llegar ese mismo día al hospital de Grenoble, fue intervenido y ha estado todo este tiempo en un coma inducido.
En el casco con el que esquiaba, que se rompió a causa del choque, había una cámara que después de unos días la familia entregó a los gendarmes que dirigen las pesquisas.
El siniestro fue grabado de forma casual por un alemán que también estaba esquiando en la misma zona, y que afirmó a “Der Spiegel” que Shumacher no iba a gran velocidad en el momento del siniestro, una cuestión que podría tener importancia para una eventual fijación de responsabilidades.
La investigación de la justicia francesa busca determinar las circunstancias del accidente y establecer si pueden derivarse responsabilidades, por ejemplo en razón de una señalización de los límites de las pistas que se considerara deficiente.
