Me llamo Ricardo Rodas Vill, tengo 73 años y nací en la ciudad de Asunción. Soy locutor radial y de televisión. Nunca imaginé que sería locutor ni que alcanzaría el éxito. De niño yo quería ser un gran futbolista; llegué a practicar en el club Nacional en la División Infantil. En aquella época mi padre no podía trabajar porque no era colorado y por cuestiones políticas se les cerraban varias oportunidades laborales. Entonces, como él sabía de panadería, él comenzó a hacer panes, galletas o lo que sea para salir adelante y nosotros vendíamos por las calles con mi hermana, mi hermano, y así continuamos nuestros estudios. Yo solo tenía 10 años cuando comencé a trabajar.
inicio a la locución
Yo nunca tuve en mente ser locutor, pero la cuestión era que venía de una familia humilde y tenía que trabajar y ayudarle a mis padres. Entonces, por ese tema yo no pude más practicar fútbol porque todo era muy costoso. Continué estudiando en el colegio y terminé mi bachiller. Al terminar el colegio yo tenía 18 años y un amigo fue a anotarse en la escuela de locución, ahora es abogado y se llama Jorge Roa. Él me dice un día: “Ricardo, vos tenés condiciones para ser locutor y quiero que te anotes conmigo a una escuela de locución que queda sobre la calle Oliva”. Como yo necesitaba trabajar rápidamente me inscribí con él. Cuando eso, esa escuela era de arte escénico y locución, entonces yo hacía teatro también. ¿Quién era nuestro operador? Nuestro operador era Arturo Rubin. Arturo Rubin, quien siempre fue multifacético, él era empresario, era locutor, DJ, animaba fiestas, hasta corrida de toros él hacía. Un día él estaba escuchando la radioteatro y él me dice: “Vos tenés que ser locutor, tenés las condiciones y muy buena voz”, y yo le dije que sí quería ser locutor, pero que no tenía los contactos y Arturo me dijo que me iba a conseguir y le habló a su hermano Humberto Rubin y él me aceptó como practicante en el año 1971. Por eso yo le debo mucho a Arturo Rubin y a don Humberto Rubin, que fue mi gran profesor. Ellos me enseñaron muchísimo para ser un buen locutor. Y después de eso, también trabajé con Miguel Ángel Rodríguez. Tengo mi agradecimiento eterno a estas personas que me guiaron y me brindaron su conocimiento.
Exito de música latina
Al seguir con la locución uno de mis objetivos era tener mi propio programa de radio y así surgió el programa Fantasía, que hoy en día ya tiene 42 años al aire. ¿Quién no tiene una fantasía en su vida? De ahí surgió el nombre. Un día yo propuse a la Radio 1° de Marzo hacer un programa diferente con música latina, porque era la época de la música en inglés, toda era música retro en el país, pero también era la época fuerte de la música latina de Luis Miguel, Emmanuel, José Luis Rodríguez, entre tantas otras figuras y otros grupos musicales latinos. Entonces yo dije, no puedo competir con Rubén Rodríguez, con Bruno Masi y con Mario Ferreiro, somos y seguimos siendo amigos los cuatro hasta ahora, pero en aquella época ellos ya estaban pisando muy fuerte con la música en inglés y por eso quise hacer algo diferente. Además, yo pensaba cómo voy a competir con ellos si hablan inglés y yo no.
En la Radio 1° de Marzo dijeron un no rotundo a mi propuesta y me dijeron que no iba a tener éxito con ese estilo. Entonces yo les digo, bueno, quiero que me den permiso para que yo pueda hacer mi programa en otra radio, porque yo tenía que hacer mi propio programa latino. Fui a Radio Cardinal, en ese entonces estaba situado en el Shopping Villa Morra, ellos aceptaron mi proyecto y me dijeron que tenía que quedarme en la radio y renuncié a mi trabajo anterior. Comenzamos con el programa Fantasía, siempre el mismo horario de 06:00 a 09:00. Luego el programa se emitió en radio Yacyretá FM y actualmente estoy en Paraguay FM. Cuando empecé con mi programa radial me propusieron transmitir el programa también en televisión.
Cuando me hicieron la propuesta televisiva nos fuimos a hacer el proyecto en Canal 13 y transmitimos el programa de 13:00 a 15:00 con música latina, reportajes, viajes, y fue un éxito total, pero luego no seguimos en Canal 13 porque no hubo acuerdo económico. Salgo yo del 13 y me voy a Canal 9, SNT. En Canal 9 hice 15 años el programa de televisión, siempre manteniendo el mismo horario todos los sábados. Hasta ahora sigo trabajando en el canal, ya me jubilé, pero sigo siendo la voz de anuncios de las películas y otros spots publicitarios. Para mí es una satisfacción muy grande poder seguir trabajando en lo que amo.
Otro éxito radial que tuve es mi programa Morrocotudísimo y el nombre surgió de forma muy peculiar. Todos los locutores tenemos una frase que nos identifica y yo nunca quise repetir frases de otros colegas. Entonces, yo busco en un viejo libro el sinónimo de la palabra formidable, al leer encontré varias palabras como sensacional, monumental, espectacular y me llamó la atención la palabra morrocotudo. Inmediatamente, pensé que esa palabra no se usa en el Paraguay, solo en otros países y ahí creé mi programa a la tarde llamado: Morrocotudísimo, que está hace casi 40 años al aire.
Un sueño que tengo hasta ahora es tener un programa de música paraguaya, de danzas folclórica, de todo lo que sea de nuestra identidad cultural, porque hay muchas figuras jóvenes que están surgiendo y dejan en alto a nuestro folclore. Yo comencé a popularizar algunas palabras en guaraní en FM. En la emisora FM anteriormente no se hablaba en guaraní, era totalmente español, castellano. Cuando yo comencé estaba prohibidísimo. Cuando fui a radio Yacyretá FM después a Cardinal, comencé a utilizar términos en guaraní y la famosa frase: “Oreko la orekoa”. Fui perseguido al principio por hablar en guaraní y pensar que ahora todos los hacen en la radio y en la televisión.
Mi consejo a los jóvenes es que siempre persigan sus sueños y nunca se rindan por más difícil que sea el camino y siempre digo que cuando vos llegas al éxito, lo más importante es conservar la humildad. La sencillez, mucho sacrificio, perseverancia y ser profesional es lo primordial para llegar lejos en tu carrera.