“El pesebre es un signo simple y hermoso de nuestra fe que no debe perderse porque es una manera auténtica de comunicar el Evangelio en un mundo que a veces parece tener miedo de recordar lo que realmente es la Navidad”, manifestó en 2019 el papa Francisco y ¡cuánta razón tenía!
Una de las piezas claves de las celebraciones de fin de año es el pesebre. Cada año, cientos de personas se ponen a todo para desempolvar los famosos “juguetitos” y ver qué falta y qué todavía sirve.
El niño Jesús, María, José, los Reyes Magos, el burrito, la vaquita, la ovejita, los camellos, el ángel son los clásicos protagonistas de un pesebre tradicional.
Para algunos, es tradición cambiar año tras año alguna de las figuras, para otros agregar un nuevo animalito o adorno es ley. Pero, debido al material que se utiliza para fabricar (en su gran mayoría de arcilla) muchas de estas piezas tienden a romperse, algunas por golpes, otras por el paso de los años.
Actualmente, el costo de los pesebres está bastante caro, por eso, es una buena opción enviar las figuras rotas al “doctor” para recuperarlas. ¿Eso se puede? La respuesta es que sí.
RESTAURANDO LA TRADICIÓN
Paola Ruiz Díaz es licenciada en Educación Artística y hace tres años se dedica a dar vida a los pesebres que pasaron a mejor vida. La artista inició en esta fascinante y retardadora profesión luego de que una señora le pidiera ayuda para restaurar una figura del niño Jesús, el cual tenía un brazo roto.
“Le pedí a Dios que me diera sabiduría para poder ayudar a la señora. Cuando terminé y entregué a la dueña quedó encantada, llorando de felicidad me agradeció y empezó a comentarles a otras personas. Desde entonces empecé con esta misión, las imágenes que restauro son reliquias con historias, en mi página de Tik Tok comento las intercesiones de cada imagen, me pone muy feliz y agradecida estoy con Dios por este hermoso don que me dio”, señaló.
Desde entonces, su apostolado no paró, y lleva ya varias piezas restauradas en su haber.
“Me traen los pesebres de distintos puntos del país para la restauración, y más si es reliquia familiar, para algunas personas tiene valor sentimental y es un agrado entregar como nuevo”, recordó, a la vez de manifestar que apostar por la restauración es otorgarle un valor agregado a una pieza que, de por sí, ya forma parte de la tradición de las familias.
Tiempo, costo y mano de obra
El tiempo que toma el trabajo de restauración depende de cada imagen. Algunas pueden tomar cinco días, otras dos, todo depende de la complejidad de los trabajos, los materiales y los rellenos.
“Las más difíciles son las figuras huecas, y más si están incompletas sus partes, es rehacer nuevamente hasta que salga perfecta”, agregó.
En cuanto a los costos, dependen del tamaño. Las pequeñas tienen un costo de G. 5.000 por piezas, mientras que las medianas G. 10.000 y las grandes a G. 15.000.
Entre los materiales más usados para restaurar las figuras del pesebre se encuentran el yeso, pinturas acrílicas y metalizadas; betún para imágenes, pinceles de cerdas finas, base acrílica, aguarrás, cúter, diluyente.
Así también se utilizan lijas, potes para mezclar las pinturas; secador de pelo y toallitas.
Para las personas que quieran recuperar sus piezas favoritas del pesebre o alguna imagen religiosa pueden contactar con Paola Ruiz al (0971) 355-581.