Bajo el cálido sol de enero, las puertas de la escuela Inmaculada Concepción, del barrio San Rafael, se abren de par en par para recibir a los niños y jóvenes de la comunidad en una iniciativa que promete brindar diversión, aprendizaje y seguridad durante las vacaciones. Desde las 7:00 hasta las 11:00, el bullicio de la alegría y el entusiasmo se apodera del ambiente, transformando las aulas en un espacio de creatividad y descubrimiento.
Apelando a sus conocimientos, talentos y creativas, un grupo de docentes conformados por Lidia Esther Brítez Villagra, Elvio Ramón Florentín Ojeda, Fanny Marlene González y Blas Antonio Galeano, llevan adelante el proyecto denominado Escuelas Abiertas, con la participación de más de 40 alumnos de todas las edades, incluyendo un niño con síndrome de Down, que desde el pasado 29 de enero, disfruta junto al grupo, unas jornadas de mucho juego, aprendizaje y amor.
Un proyecto implementado por el Ministerio de Educación a nivel país, pero que, en Ciudad del Este, tiene un componente especial, debido a que la única institución que forma parte del proyecto en el distrito, está ubicada en el barrio San Rafael, uno de los barrios donde por más de un mes unas 400 familias sufrieron el fenómeno climático de La Niña, que mantuvo sus casas inundadas de agua por más de un mes, entre los meses de octubre y noviembre del año pasado.
POSITIVO. El profesor Blas Antonio Galeano, director de la institución, se muestra emocionado al explicar el impacto positivo que ha tenido este proyecto en la vida de los alumnos, en su mayoría provenientes de los barrios San Rafael, San Agustín y San Antonio, que pasaron días muy sufridos durante la última inundación. Lo que comenzó el pasado 29 de enero con apenas siete estudiantes, hoy se ha convertido en un vibrante grupo de más de 40 jóvenes que aprovechan el tiempo aprendiendo y divirtiéndose.