La emblemática escalera, que se encuentra en el lobby del hotel y que dirige a su gran Salón de Eventos desaparecerá para siempre, según anunciaron sus autoridades, con la finalidad de otorgar otra fisonomía a la entrada del establecimiento de lujo.
Durante el tiempo que permanezca cerrado, sus huéspedes serán alojados en el Hotel Aloft, que también pertenece a la misma cadena del Sheraton, y que se encuentra localizado a apenas 300 metros del primero, dentro del eje corporativo de Asunción.
Su gerente general, Luis Barboza, indicó que fue una decisión muy dura encarar la refacción del Sheraton y despedirse de su emblemática escalera. “Pero entendimos que hasta los íconos en algún momento se tiene que jubilar. Queremos que mediante la refacción, el hotel albergue grandes eventos y que se convierta en el primer hotel en cumplir todos los estándares mundiales de la marca y así contribuir con el turismo”, alegó Barboza.