17 may. 2024

Rápido, obediente y bien ventilado: Así vence Uruguay al coronavirus

Las medidas adoptadas por el Gobierno y la responsabilidad de los ciudadanos mantienen a raya al Covid-19. El país sigue pendiente de Brasil, el gran peligro regional por su alto nivel de contagio.

Con el monstruo de Brasil acechando la frontera, Uruguay resiste contra el Covid-19 gracias a una estrategia que aúna la rápida detección de los brotes, respuesta obediente de la ciudadanía y una ventilación y “distanciamiento natural” que mantiene al virus a raya.

Son algunos de los factores que permiten al “paisito” respirar relativamente tranquilo con 816 casos y 22 fallecidos –datos actualizados hasta este viernes–, aunque sin quitar el ojo a Brasil, con el que comparte mil kilómetros de frontera seca y varias ciudades binacionales en las que cruzar una calle o una plaza determina si pisas territorio uruguayo o brasileño.

RESPUESTA RÁPIDA. El 13 de marzo, Uruguay dejó de ser una de las excepciones en Sudamérica. El Covid-19 que tampoco había pisado Guyana Francesa y Surinam, llegó al país y, con él, la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno de Lacalle Pou.

Con apenas cuatro casos, Uruguay cerró parcialmente las fronteras, suspendió las clases presenciales y los espectáculos públicos y llamó a la población a quedarse en casa.

Esta fue una actuación “clave”, resalta a Efe el director del Instituto Pasteur (IP) de Montevideo, Carlos Batthyány, quien destaca que se contará con un “entramado científico-académico”, al servicio del país.

“Uruguay normalmente no es un país que se caracterice por apoyarse en su sistema científico para tomar decisiones..., el hecho de contar con un entramado de jóvenes científicos formados a nivel internacional que tuvieron una gran capacidad de respuesta en tiempo real es un hecho súper destacado”, remarca.

Como si de un incendio se tratase, Uruguay identificó el foco del primer brote –un evento social– y trató de apagarlo diagnosticando casos y aislando a los contactos, lo que “impidió una propagación comunitaria mayor”, explica el coordinador general del comité asesor del Gobierno en materia de Covid-19, el doctor Rafael Radi.

A su vez, el IP trabajó en una triple vía, indica Batthyány: crear una red de laboratorios de diagnóstico propio por PCR, trabajar en un grupo interinstitucional para investigar la dinámica evolutiva del SARS-CoV-2 y prepararse para fabricar test serológicos. Todo con ayuda de información ofrecida por los IP de Shangai y París, anteriores epicentros de la pandemia.

Mientras, y sin decretar la cuarentena obligatoria, el mantra del “Quédate en casa” fue adoptado por la población de manera obediente; así el sistema sanitario no llegó a saturarse y aumentó sus camas de CTI (cuidados intensivos) de 19 a 26 por millón de habitantes, apunta Batthyány.

Para estas fechas, el Ejecutivo de Lacalle Pou apenas llevaba dos semanas en el cargo pero su ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, venía preparándose desde diciembre, como explicó a Efe en una entrevista.

EXCEPCIÓN DE LA REGLA. Con más de 2 millones y medio de casos de coronavirus (Covid-19), la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró esta semana a América como nuevo epicentro de la pandemia.

Uruguay, con aproximadamente 235 casos y 6 muertes por millón de habitantes, mantiene un “relativo control” de la situación, afirma Radi, pero se mantiene pendiente de Brasil, número dos en contagios en el mundo con más de 2.000 positivos y 126 muertes por millón de habitantes.

El sábado pasado las alertas sanitarias estallaron con la detección de doce nuevos casos positivos en la ciudad de Rivera (norte), fronteriza con Brasil, donde ahora los infectados llegan a 40.

“Detección del brote, inmediatamente apagamiento, diagnóstico y aislamiento”, fueron los pasos a seguir para contener este repunte, indica Radi, que reconoce que la vida binacional es una situación “epidemiológicamente compleja” por la alta movilidad y la diferencia en políticas sanitarias y calidad de los test a uno y otro lado de la frontera.

Pese a ello, la tendencia de la tasa de reproducción del virus en Uruguay será inferior a 1, prevé Radi.

Mientras, la región sigue candente y países como Chile o Argentina, pese a las medidas de cuarentena, ven aumentar los contagios.

Con apenas 3,5 millones de habitantes y una población localizada en Montevideo y la franja costera, Uruguay permite un “distanciamiento físico natural” que evita el contagio, señala a Efe el representante de la OMS/Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el país, Giovanni Escalante. Además de la poca densidad, el buen clima del verano austral, sumado a la brisa “permanente” de la costa, agrega Radi, asegura la ventilación constante de unas viviendas que raramente se encuentran hacinadas, como sí ocurre, por ejemplo, en las favelas brasileñas o en las villas miseria de Buenos Aires.


816
casos de Covid-19 y 22 fallecidos por la enfermedad tiene Uruguay, que mantiene bajo control al virus.

Test negativo para el presidente
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dio negativo en la prueba de COVID-19 a la que fue sometido ayer.
“El test dio negativo. Tengo por costumbre tratar de estar arriba de los temas, estar en el lugar de los hechos. Es la manera que entiendo la función de gobernar. En la primera línea. Así como lo vienen haciendo miles de uruguayos: el personal de la salud, de la educación, policías, militares, etc. Las disculpas para aquellas personas con las cuales tuve contacto posterior”, escribió.
El mandatario y otras autoridades del Gobierno se sometieron a las pruebas después de que una jefa del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), con la que se reunieron el pasado lunes, diera positivo.
La reunión con la directora del Mides, Natalia López, tuvo lugar durante la visita del mandatario uruguayo a la ciudad fronteriza de Rivera (norte del país) donde se detectaron decenas de casos en los últimos días. Además de Lacalle Pou, en esta instancia estuvieron varios integrantes de su gabinete, que también se sometieron a las pruebas, todas ellas con resultado negativo.


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