El propietario de las hectáreas incendiadas acusa a supuestos sintierras, con quienes mantiene un largo conflicto, ya que la semana pasada atacaron al chofer de un camión que traía soja del lugar y rompieron su parabrisas con palos y piedras.
Por orden judicial, policías realizan un resguardo del lugar, pero no hicieron nada para evitar la quema ni el ataque al camionero, por lo que denuncian inacción policial.
El cultivo de soja quemada se encontraba en pleno desarrollo y las pérdidas para el propietario son millonarias. En la tarde del lunes comenzó el fuego del lado donde se encuentran acampados un grupo de campesinos sin tierra, que ya fue desalojado al menos cuatro veces.
El último desalojo se realizó la semana pasada, cuando los ocupantes ilegales abandonaron el sitio antes de que llegue la comitiva policial-fiscal.
El colono Georg Matthies Derksen, junto a sus dos hijos paraguayos, cuentan con cerca de 120 hectáreas en el lugar, todos con sus respectivos títulos de propiedad.
Sin embargo, desde hace cuatro años vienen sufriendo una sistemática persecución por parte de los vecinos del lugar, quienes se autodenominan sintierras a pesar de que cuentan con sus respectivos lotes agrícola.
Los personales que trabajan en la finca están temerosos porque son amenazados y coaccionados permanentemente por los ocupantes, pese a la presencia policial que deberían darles protección, según denunciaron.
Días pasados fue atacado un chofer quien ingresó con su camión para cargar soja. Los atacantes rompieron el parabrisas del vehículo, utilizando palos y piedras y el chofer tuvo que huir despavorido del lugar.