La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) dio a conocer su informe correspondiente a octubre, el cual señala que ya se concretó la industrialización de 2.950.978 toneladas de soja en lo que va del año, superando al nivel de los últimos cinco años.
“El volumen industrializado acumulado más cercano al actual se observó en el 2020, y, en todo el 2021, se registró un volumen similar, cuando se procesó 6% menos”, detalla.
Solo en cuanto a octubre, destaca que la producción industrial incluso duplicó “con creces” al mismo mes de 2024, llegando a 295.000 toneladas, manteniendo así un importante ritmo de operaciones en la agroindustria.
“El crecimiento responde al contexto internacional favorable que se ha generado gracias a la disminución de las presiones externas sobre la producción nacional de soja y a la consecuente caída en la exportación del grano en estado natural”, explica el gremio. Añade que gracias a este escenario de aumentos se pueden generar más ingresos de divisas por la exportación de los productos industrializados y facilitar el crecimiento de otras industrias, “generando un círculo virtuoso que permite no solo dinamizar la economía nacional, sino también generar puestos de trabajo de calidad”.
Hasta el mes de octubre, la industrialización de soja acumulada representó una utilización del 82% de la capacidad instalada dentro de las firmas que aglutinan al gremio industrial, lo que significa un incremento de 11 puntos porcentuales con respecto al mismo periodo del año pasado.
Mercados. Con respecto a los destinos de los derivados industriales de la soja paraguaya, el reporte señala que se cuenta actualmente con un total de 35 países a los cuales se comercializa.
Los principales son los que conforman la Unión Europea, con el 21% de participación; en segundo lugar está Chile, con 19%; les sigue Perú, con el 13% del total de los derivados vendidos al exterior; India, con el 9%; Vietnam, con el 7%, y otros.
“Aún con los resultados favorables que se han conseguido en lo que va del año en la industrialización, sigue existiendo un espacio interesante para incrementar el agregado de valor considerando la capacidad instalada en las industrias”, destaca el reporte de la Cappro.