“Un recorrido por el patrimonio arquitectónico de la ciudad de Villarrica” se denominó la actividad encabezada por el arquitecto Albán Martínez Gueyraud para dar a conocer sobre el valor edilicio de la capital del Departamento del Guairá. Acudieron poetas, escritores, artistas y empresarios, entre otros.
La localidad está profundamente marcada por varias obras emblemáticas, precisamente hacia el siglo XX, que reflejan esa época de esplendor que representó la zona para la historia del Paraguay, en lo económico y social.
Martínez Gueyraud comentó que nació en Villarrica y que siempre se interesó por su patrimonio arquitectónico. Señaló que los datos que presentó son el resultado de investigaciones de varios años que fue realizando puntualmente e indicó que la ciudad es privilegiada por toda la riqueza que tiene desde su propia historia.
Varias imágenes de archivo y fotos actualizadas de los edificios antiguos que fueron capturadas por el fotógrafo Diego Traversi fueron expuestas durante la actividad.
Mencionó que cuando llegó el ferrocarril a esta ciudad en el año 1888, se creó el Club El Porvenir Guaireño, llegaron los inmigrantes y se comenzaron a instalar las industrias en el barrio Estación, como también la llegada de maestros de obra italianos, que fueron los responsables de las fachadas de los edificios.
Comentó que Villarrica tuvo la suerte de ser una de las primeras ciudades del Paraguay en tener un plan urbano madrigal del año 1889, y al mismo tiempo tuvo una ordenanza municipal del año 1902, que estipulaba las alturas de las molduras, detalles decorativos, el formato y las fachadas, que hizo que los edificios tengan una arquitectura especial, lo que también se dio en ese momento en Concepción y Asunción.
Sobre la vivienda más emblemática de la ciudad, dijo que, según su criterio, este lugar ocupa la casa Botrell Balansa, ubicada al costado de la Catedral Espíritu Santo, que es una joya que hasta ahora mantiene las paredes de adobe y refleja los primeros momentos importantes de la capital guaireña, porque en ella también vivió el Doctor Botrell, un médico inglés que fue muy importante para todo el país.
Otra obra arquitectónica con mucho valor es la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción del barrio Ybaroty, que se construyó entre los años 1940 y 1950, y que tiene un estilo neorromántico que la hace muy particular. Su fachada está inspirada en la Catedral Angoulême de Francia.
“Es una iglesia singular en Paraguay ya que posee las portadas, arquivoltas y contrafuertes que no existen en otras iglesias del país”, indicó el arquitecto.
Sobre la cantidad de patrimonios arquitectónicos en la capital guaireña, dijo que hay muchos y que se precisa una catalogación para determinar la cantidad exacta.
La charla fue dictada en el Salón Manuel Ortiz Guerrero de Radio Panambi Vera AM, que el pasado viernes cumplió 47 años. La misma lleva el nombre de una de las poesías del poeta guaireño.