“Hoy estamos celebrando el Jubileo de nuestros hermanos y hermanas que en esta Quinta Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos están todavía peregrinando en este día muy especialmente”, destacó el cardenal.
En su homilía, Martínez resaltó la importancia de darle valor y cuidado a los adultos mayores, debido a que muchos son abandonados en sus propios hogares.
“Señor, líbranos de nuestros encierros egoístas, de la indiferencia ante el sufrimiento ajeno, de los niños, las mujeres y ancianos abandonados en sus propios hogares, de las opresiones e inclinaciones perversas que usan y manipulan la dignidad de los demás”, enfatizó.
En otro punto, destacó el mensaje del papa Francisco hacia los ancianos. “El mensaje del Santo Padre en esta Quinta Jornada Mundial de los Ancianos nos dice que este Jubileo que estamos viviendo nos ayuda a descubrir que la esperanza siempre es una fuente de alegría a cualquier edad y asimismo, cuando esta ha sido templada por el fuego de una larga existencia, se vuelve fuente de una bienaventuranza plena”, refirió.
“El papa Francisco nos recordaba que vivimos una sociedad que muchas veces relega, descarta o invisibiliza a las personas mayores. La soledad se ha vuelto una presencia constante en sus vidas, muchas veces impuesta. El Santo Padre nos invitaba a responder con ternura y compromiso, a decir con valentía: “¡No te abandonaré!”, indicó.
Caacupé. Por su parte, el presbítero César Villagra Cantero recordó en la misa de Caacupé la importancia de los abuelos, quienes aportan sabiduría en cada enseñanza.
“Que todo el día, con la enseñanza de nuestros abuelos que son nuestros primeros catequistas y que nos han enseñado a orar aquellas oraciones que nos une en familia y hace que le demos nuestra plegaria y llegue hasta el cielo, para que del cielo nos vengan los dones y las bendiciones que más necesitamos”, finalizó.