Vigencia. Si bien la influenza ha dejado de golpear con bastante fuerza, los diferentes virus respiratorios siguen llevando gente a los consultorios de los hospitales.
El informe semanal de Vigilancia de la Salud detalla que en la última semana monitoreada hubo en total 29.213 consultas por gripes y resfríos. Esto representa un 7% menos a hace siete días, lo que por fin pone a la curva de tendencia por debajo del umbral de alerta.
Entre los pacientes hospitalizados fue diagnosticada la circulación de rhinovirus, virus sincitial respiratorio, metapneumovirus, adenovirus e influenza A no subtipificado.
En total 360 personas fueron hospitalizadas a causa de las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) en los centros centinela.
La cifra representa el descenso del 1% con respecto en comparación a hace una semana. El 21% de los hospitalizados ingresó a la unidad de cuidados intensivos. En lo que va del año, se contabilizan 273 fallecidos confirmados por virus respiratorios, principalmente por influenza A H1N1, rhinovirus y SARS-CoV-2. De esta cantidad, 11 corresponde a la última semana.
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Los dos grupos de edad más afectados por los virus respiratorios son los correspondientes a menores de 2 años y mayores de 60 años, de acuerdo al reporte de la Dirección General de Vigilancia de la Salud.
Los pacientes con menos de dos años representan el 25% y la franja de 60 años y más, un 24 %. A estos grupos le sigue el de cinco a 19 años en un 21 %, según detalla la dependencia de salud pública dentro del reporte que emite semanalmente.
Recordatorio de cuidado
La cartera sanitaria recuerda las distintas medidas de prevención de contagios. Una de las más importantes es el uso de tapabocas ante síntomas respiratorios como tos, dolor de garganta u otro. También debe ser utilizado cuando uno acude a los establecimientos de salud.
Además es importante cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar. Posteriormente dicho elemento debe ser desechado y realizar la higiene de manos. En caso de no contar con pañuelo, al toser o estornudar puede cubrirse con la flexura interna del codo, nunca con la mano.
El lavado de manos de forma correcta, frecuente, con agua y jabón es la costumbre que puede evitar los contagios o reducir su riesgo.
La ventilación de ambientes cerrados, más si estuvo frecuentado con una persona con síntomas, ayuda a la prevención, al igual que evitar el contacto con quienes tienen síntomas respiratorios.