Este portal de noticias, que ha causado una polémica en Brasil con la divulgación de supuestos mensajes entre Moro y algunos fiscales, publicó el viernes nuevas conversaciones, según las cuales, un grupo de procuradores habría criticado al ex juez por haber aceptado ser Ministro de Justicia del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
La atribución de una de esas conversaciones a una fiscal que negó haber participado en la misma, así como el cambio del nombre de otro procurador en el portal y de una fecha de las conversaciones, pusieron en duda la veracidad de los mensajes que han enlodado el nombre del actual ministro de Justicia y de los responsables de la Lava Jato, la mayor operación anticorrupción en la historia de Brasil.
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La primera incoherencia en los nuevos mensajes la reveló este sábado el portal periodístico O Antagonista, lo que desencadenó la divulgación de otras posibles ediciones y ha provocado la reacción de Moro y una fuerte protesta de los procuradores de la Lava Jato.
Según O Antagonista, el dueño del portal The Intercepted, Glenn Greenwald, anunció en Twitter nuevos ataques a Sergio Moro y en una de las publicaciones una frase es atribuida a Angelo Goulart Villela, un fiscal que fue preso en 2017.
De acuerdo con O Antagonista, el mensaje publicado por Greenwald fue rápidamente eliminado, y tiempo después, el portal “corrigió" el nombre del procurador, inicialmente para Ángelo Augusto Costa y en una versión final para solo Ángelo.
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O Antagonista tiene la prueba del primer mensaje porque hizo una impresión del mismo y con ella señaló que las supuestas pruebas de The Intercepted “son basura”.
“Si el Intercept puede mover un nombre, puede violar cualquier otra parte de los archivos, añadiendo o eliminando frases. Es la prueba de que estas pruebas son basura”, publicó.
Ante las denuncias de O Antagonista, el ministro Moro, a través de su cuenta en Twitter, se manifestó sobre las presuntas conversaciones y dijo que, si fueran reales, “no pasarían de ser supuestos chismes de fiscales”.
“Hubo cambios de nombres y fechas por el propio sitio que las publicó, como lo demuestra el OAntagonista (sic)”, agregó.
“Eso solo refuerza que los mensajes no son auténticos y que son susceptibles de adulteración. Lo que se tiene es un globo vacío, lleno de nada. Hasta cuando el honor y la privacidad de los agentes de la ley van a ser violados con el propósito de anular condenas e impedir investigaciones contra la corrupción?” precisó.
Ante la situación, la Asociación Nacional de los Procuradores de la República (ANPR) hizo un fuerte pronunciamiento y calificó los mensajes publicados por The Intercepted como falsos.
“La ANRP cumple el deber de alertar a la sociedad sobre la imposibilidad de considerar como verdaderos esos mensajes que exponen a los fiscales de la República a riesgo en su incolumidad física y moral”, precisó la asociación en una nota.
El 9 de junio el medio digital The Intercepted, dirigido por Greenwald, a quien el ex analista de la CIA Edward Snowden reveló los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), publicó una serie de conversaciones mantenidas durante años entre fiscales y jueces.
Los fragmentos publicados por ese medio revelaron supuestos diálogos entre el fiscal Deltan Dallagnol y el ex juez Moro, quien en 2017 condenó a Lula en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por recibir un apartamento en una playa de Sao Paulo a cambio de favores políticos a la constructora OAS.
Según The Intercept, las conversaciones privadas muestran que Moro sugirió cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato, dio consejos y pistas a los fiscales encargados del caso, lo que está prohibido por ley.
La revelación de los mensajes, transmitidos por Telegram y que llegaron a The Intercept gracias a un hácker anónimo que intervino los teléfonos de algunos fiscales, ha causado revuelo en Brasil y ha llevado a la defensa de Lula a reiterar que el ex mandatario ha sido víctima de una “persecución política” y que el juicio en su contra estaba “viciado” y debía ser declarado nulo.
Desde entonces varios apartes de los supuestos mensajes han sido publicados por ese medio, llegando a salpicar incluso al actual vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia, Luiz Fux.
Desde la publicación de los primeros mensajes, Moro ha insistido en que las conversaciones divulgadas en ningún momento muestran que hubiera intervenido ilegalmente en el proceso y que las conversaciones entre jueces y fiscales sobre los casos que adelantan son normales.