La semana pasada fueron trasladadas 664 mujeres que estaban recluidas en el penal del Buen Pastor, durante un procedimiento denominado Operativo Umbral 2.0, como un reordenamiento del sistema penitenciario.
Con esto, se dio apertura al Complejo de Mujeres Privadas de Libertad de Emboscada, conocido también por sus siglas Comple, donde las mujeres por primera vez estarán recluidas entre procesadas y condenadas.
El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, dijo que con esto se cierran más de 100 años de historia, “dejando atrás una etapa caracterizada por hacinamiento, infraestructura precaria y condiciones adversas para las mujeres privadas de libertad. Su cierre representa el simbólico de una deuda histórica con cientos de mujeres que vivieron entre sus muros”.
Las autoridades destacan que el Centro Penitenciario de Mujeres Casa del Buen Pastor “va a quedar siempre en la memoria como una institución relacionada con las mujeres privadas de libertad”, con 106 años de funcionamiento.
Este lugar había iniciado primero como una casa de acogida, hasta que se convirtió en una penitenciaría. Hoy solamente quedan restos de lo que algún día fue una cárcel hacinada, en situación crítica y precaria.
Finalmente, el establecimiento de reclusión de mujeres terminó acogiendo a más de 600 reclusas, pese a tener capacidad de solo para 200. De eso, hoy solo quedan celdas vacías.