El verde paisaje tenía como techo las nubes grises. Pero también estaba adornado por las banderas paraguaya y amarilla y blanca, que junto a pañuelos blancos saludaron el paso de la Virgen de Schoenstatt.
Una banda de músicos y los aplausos llenaban de júbilo y devoción mariana la mañana el sábado, luego de la celebración eucarística realizada a las 09:00.
Frente al altar y luego rumbo al santuario adornado con un arco de flores, personas de todas las edades iban una vez más a reafirmar su fe católica.
Con devoción profunda, los feligreses ignoraron la amenaza de lluvia y llegaron hasta el templo desde distintos lugares del país.
PRESENCIA. ”María de Tupãrenda, peregrinos de la esperanza” fue el lema de este año en la celebración mariana realizada ayer en Ypacaraí.
El encuentro religioso tuvo como fin renovar la alianza de amor y consagración con la Virgen. También de recibir en ese lugar de gracia la esperanza cristiana, explicó el padre Óscar Iván Saldívar, rector del Santuario de Tupãrenda.
“Nosotros esperamos que al recibir aquí esa presencia, esa palabra de Jesús, también todos los fieles después se conviertan en agentes multiplicadores para compartir en sus familias, en sus hogares, en sus lugares de trabajo esa esperanza y levantar a todos en nuestro país”, señaló.
Agregó además que la fe puede ser esa energía que ayude a los devotos a mejorar cada día. De esa manera dar lo mejor de sí para hacer de Paraguay una nación de Dios, más en estos tiempos.
Recordó que la protección de la Mater está presente en el pueblo paraguayo. Por ello, aguarda que su presencia pueda ser sentida por las autoridades.
“Ojalá que esa presencia también permee a nuestros gobernantes y los lleve a tomar decisiones en favor del bien común y no solamente del bien de unos pocos”, enfatizó el sacerdote.
La fe y la esperanza tienen una gran importancia en la población. Más aún en los jóvenes, que son parte activa de la sociedad. Por ello, el sacerdote insta a cuidar a que los jóvenes sigan persiguiendo sus sueños, sus proyectos, su esperanza, lo que beneficiará a todos.
“Una sociedad que no sabe sostener la esperanza y los proyectos de los jóvenes, es una sociedad que no tiene futuro realmente”, recalcó.
La misa de las 09:00 fue presidida por el monseñor Joaquín Robledo, obispo de la Diócesis de San Lorenzo. Posteriormente a la celebración, recibió un reconocimiento.
En su homilía, monseñor Robledo señaló que la Virgen también insta a renovar el ofrecimiento de visitar a los necesitados.
“La esperanza que recibimos debemos llevar a todos los lugares, haciendo una Nación de Dios, donde reine la verdad, la justicia y el amor”.