21 may. 2024

Peña causa repudio tras proponer privatizar salud en medio de crisis

El colorado tuvo que rectificar sus dichos ante la indignación generada por comparar la sanidad pública con el sistema financiero. Opositores lo acusaron de querer favorecer el negocio de Cartes.

10_41399432.jpg

Desafortunado. Santi Peña negó que se quiera privatizar la salud y anunció más médicos.

El candidato a presidente del Partido Colorado Santiago Peña anunció reformas en la salud pública que tienen elementos comparables a la privatización. Incluso comparó al Ministerio de Salud con el Banco Central del Paraguay (BCP).

Sus declaraciones causaron revuelo justo en un momento en que la población se recupera de la crisis sanitaria generada por la pandemia. Referentes de la oposición le acusaron de querer favorecer los negocios privados sin priorizar la salud como derecho.

“El ministro de Salud tiene que ser solamente el órgano rector de la salud pública. Él no debe tener a su cargo hospitales y médicos. Entonces, el Estado lo que contrata es un servicio, el servicio de atención médica. El Estado deja de pensar en la construcción de hospitales. No es privatizar. Por ejemplo, el Banco Central del Paraguay es el órgano rector de la política monetaria y de la supervisión del sistema financiero, tiene una responsabilidad de darle atención financiera, mismo concepto ocurre con la salud pública”, expuso Peña en C9N.

Negocio. La senadora del Frente Guasu Esperanza Martínez dijo que las palabras de Peña revelan la intención del sector cartista de convertir la salud pública en un negocio. Además, recordó que Cartes lanzó una cadena de clínicas llamada RapiDoc.

“A Horacio Cartes solo le falta comprar la salud: Cadenas de servicios de salud HC. El candidato a presidente de Cartes compartió su visión sobre el sistema de salud: un Ministerio de Salud reducido a una función rectora, que brinde cobertura mediante la contratación de servicios. Hablame de privatización sin decir privatización. Es clara la línea trazada por el cartismo: privatización y salud como negocio, no como derecho. No hay que olvidar que el jefe de Santiago Peña también es propietario de una cadena de clínicas. ¡Vaya coincidencia con la idea de privatizar los servicios públicos de salud!”, sostuvo Esperanza.

Respuesta. Rápidamente, Peña tuvo que negar sus declaraciones, alegando que se busca fortalecer el sistema de salud.

“Las mentiras de siempre. Jamás dije que privatizaremos el sistema de salud. Al contrario, voy a fortalecerlo y hacerlo más eficiente que nunca con más personal de blanco, equipamientos y medicamentos. Hablando con la verdad vamos a estar mejor. No voy a responder a la mentira, pero sí voy a responder con mi verdad, salud pública no se va a achicar, se va a agrandar, vamos a tener más médicos, más paramédicos, más personal de blanco, porque nuestro proyecto de salud es grande y abarcante. Vamos a ser exigentes con el sistema de producción de medicamentos e insumos gratuitos, para que los ciudadanos no encuentren en la salud pública un impedimento económico, esa es mi verdad, nada se achica, todo se potencia en mi gobierno en materia de políticas públicas”, lanzó Peña.

El colorado plantea esta propuesta en un momento en que la Concertación afianza su proyecto de campaña sobre la salud, y cuando se vive el último tramo rumbo a las elecciones, que serán el 30 de abril.

En destaque

“El Estado lo que contrata es el servicio de atención médica, y deja de pensar en la construcción de hospitales”.

Santiago Peña, candidato de la ANR.

“Es clara la línea trazada por el cartismo: privatización y salud como negocio, no como derecho”.

Esperanza Martínez, senadora del Frente Guasu.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.