Esta es la primera exposición individual del artista Paul3 (1979), y ha sido concebida como un acto de libertad artístico y expresión propositiva de intenciones. ERROR centra su hacer y discurso en indagaciones sobre la identidad de género como construcción socio-cultural, así como en la crítica institucional de la escena visual del Paraguay.
Formulada desde la ironía, Paul3 elige y reinterpreta una serie tipológica de objetos tomados de la vida cotidiana y de los medios masivos de comunicación. Las formas que moldean esta muestra señalan situaciones extremas de cancelación, clausura e intolerancia, como modos normalizados en una sociedad diseñada para excluír la diferencia o castigar la disidencia.
La ambición de ERROR es, en primer término, desmitificar algo tan fundamental y natural como es la sexualidad y sus diversas posibilidades, proponiendo un tratamiento reflexivo antes que erótico. Desde un punto de vista que considera otras formas de ser y de amar en el mundo, antes que la tradicional cisgénero, Paul3 genera un entramado compuesto de imágenes y objetos secuenciales, casi surgiendo unos de los otros.
La reflexión en alteridades de género desde el arte viene siendo objeto persistente de atención por parte de algunos artistas ante la frágil estructura de derechos y ante el autoritarismo de sectores dogmáticos. Estas búsquedas habilitan, o conectan con la segunda capa epistémica de ERROR, que profundiza en aspectos del ecosistema del arte local, uno precarizado ante las estrategias limitantes y excluyentes de un cerrado cenáculo de agentes, entre gestores y artistas “institucionalizados”.
El equilibrio de nuestra escena está basado en gran medida en la solidaridad, y en esta ocasión ha germinado concretamente gracias a agencias artísticas importantes e indispensables, la proveniente del Instituto Cultural Paraguayo-Alemán y la de la galería BGN/ARTE que nos convoca, instituciones que no han dudado en encarar esta sensible propuesta artística y crítica.
Asumiendo que este proyecto en particular es transversal a otros de la oferta visual del mes de Septiembre, esta excepción nos permite asumir la experimentación y hasta tener una voz independiente. El cuestionamiento que aquí se plantea no trata de estar dentro o fuera de la institucionalidad hegemónica, sino de revisar sus prácticas y usos para visibilizar las inercias autoritarias que empequeñecen la diversidad.
Transitar la alteridad. Formas de uso
ERROR se compone de dos hilos que convergen y divergen. Una línea iconográfica se compone de imágenes y objetos, dispuesto como figuras por excelencia del deseo reprimido, en formas como el candado, el cubo monocromo de Rubik, o los enchufes vinculados entre sí como una gran familia inter-específica. La segunda línea pone en escena, en una puesta lúdica, obras de uso y experiencia, es decir interactivas, que apelan a la participación del espectador.
La lectura simbólica de los artefactos de ERROR se apoya en imágenes retóricas como la metonimia, en la cual el objeto suplanta a la representación; en la metáfora, que traslada interpretaciones de los signos; en la repetición, con ejemplos de serialidad icónica; o bien en tropos como la acumulación, ya sea de motivos o paletas cromáticas. En este imaginario se cuestiona el género sin conjugarlo jamás con la hetero-normatividad, mientras que a otro nivel, se comenta un paisaje artístico, similar al del monocultivo sojero, sin espacio para la disidencia, surcado por la alienación o la cancelación.
El movimiento narrativo estático y absoluto de algunas imágenes se compensa al insistir con su presencia fría en la meditación, el cálculo y el orden geométrico, normas formalistas que tal vez evoquen la rigidez social. La muestra proyecta sus puntos de fuga hacia íconos fieles a mensajes de censura y opresión hacia las diferencias, abrazados por el “sentido común” o la autosuficiencia institucional.
La profundidad del compromiso político de Paul3 con la libertad individual, social y artística es primordial en esta narrativa sobre asuntos que comentan la diversidad sexual; trascendiendo el género y la invención lingüística de etiquetas o estereotipos. Los contenidos subyacentes igualan el tono de confesión o de revelación, siempre con la fría emoción de objetos prosaicos y tonalidades de medio tono.
Y como no, la metáfora, esa gran herramienta del pensamiento humano nos conduce a otros lugares, analíticos si se quiere, intelectualizando y elevando el debate hacia la dignidad y el respeto, a unos temas tradicionalmente imantados de pasión, deseo y subjetividad.
Deliberadamente oblícua o tangencial, el conjunto de objetos “reales”, cuya factura símil también ofrece un aspecto apócrifo o de irrealidad, resplandece, brillando frío y candente a la vez, bailando al ritmo de conceptos trascendentes. La evolución del pensamiento, el respeto y la libertad son consignas tomadas con lucidez y ánimo lúdico por Paul3, y su simbolismo fuerza a lsus objetos a hablar de derechos humanos y de la cultura visual contemporánea.
La herencia del candado
Un candado de exageradas dimensiones cuestiona e interroga con su mera presencia emplazada como primera visión de ERROR. Semejante dureza, peso y masa, poseedora de una frialdad rotunda, resuena en connotaciones de negación e insolidaridad: el candado como símbolo hiperbólico del encierro, objeto-matriz de todas las cancelaciones, ya sean las libertades individuales o las del sistema del arte en el Paraguay.
Similar impresión provoca otra obra hecha de trancas y pasadores ilustrando, mediante el ensamblaje acumulado de sus componentes, entorpeciendo, cerrando y prohibiendo el acceso. En estas obras de iconografía literalista, los objetos son forzados también a tener, a adoptar cierta identidad cultural de los géneros binarios (dados por los colores rosa y celeste).
Hay una intención particular en este hacer objetual o en la traslación mecánica de la imagen que encara Paul3 una voluntad en transmitir el cuerpo desde uno con características de objeto; uno que además sea serial y producto de la reproducibilidad. Esta operación metafórica traslada la perspectiva desde otros cuerpos, aquellos considerados erróneos, fuera de norma; se trata de invertir la mirada y ponernos en el lugar de como éstos ven el “mundo”.
ERROR es una exposición densamente simbólica, impregnada de un lenguaje de objetos intensos que, como coordenadas, sitúan esta exploración sobre tabúes de la sexualidad y políticas de la cultura visual encarados por Paul3. Un artista discreto y cuyo secreto revelado lo hace aún más potente: sus símbolos operan como desvelamiento de actitudes y actuaciones crueles y letales, como negación al cambio y a la transparencia.
Quizás uno de los mayores aciertos de ERROR sea su retrato de la experiencia cancelante de una sociedad cada vez más regresiva e intolerante con las alteridades de género, o las que rigen en su estamento cultural. En el mundo caliente y sudoroso del Paraguay, sin embargo, la elegante y aséptica factura de las obras de Paul3 emerge como un alegato simbólico poderoso bajo el cual todo status quo, cultural, social y sexual, cae aparatosamente al verse desnudo.
Por último, el espacio expositivo de la galería BGN/ARTE condensa simbólicamente nociones de poder (o de decisión de quién y qué mira) y como tal, puede enfrentarse al poder exterior, al de la cultura de una sociedad hetero-normativizada, y a disentir con un sistema del arte clientelista y excluídor. Promover la obra de un artista autónomo y a contracorriente, es también instalar nuevos imaginarios críticos, emplazar un discurso con las que librar esta batalla por el sentido.