La senadora Esperanza Martínez, quien fue una de las voceras del encuentro, dijo que espera que la reunión no haya sido solamente para las imágenes, según publica ÚH. “Ante la invitación del presidente, senadores de la bancada democrática hemos asistido y presentado nuestra posición sobre diferentes puntos que consideramos deben ser sometidos a debate y revisión: Presupuesto 2025 para salud y transparencia en el uso de recursos públicos; reforma del transporte público; estabilidad laboral de trabajadores; reforma electoral; registro único nacional; censura del debate, copamiento, persecución a la sociedad civil y opositores. No queremos reuniones solo para las fotos. El Ejecutivo no puede usar como excusa eso de la ‘oposición que no dialoga’, para demostrar que tiene alguna voluntad de frenar el atropello a las instituciones y aquellas medidas que no benefician a las mayorías”, expresó.
La candidez llama la atención. Hay que ver si no quedan como ingenuos, porque hablaban del mismo mandatario que defendió la aberrante devolución de fueros de legisladores sobre quienes pesaba alguna denuncia formal, postura de la cual tuvieron que retractarse tras el reclamo generalizado de la sociedad civil y de juristas destacados. El mismo que dijo que la Justicia no encontró hechos punibles en un senador oficialista, acusado de graves ilícitos. Entonces, al presidente no le importó que la cuestión haya ocurrido en otro poder del Estado.
Luego, tampoco hay que olvidar que cuando expulsaron a una legisladora porque su voz molestaba al oficialismo, al presidente de la República parecía “no importarle el atropello por parte de senadores cartistas y sus aliados que despojaron de su investidura” a la senadora. “El mandatario fue abordado sobre la situación y minimizó el hecho, pese a que el caso nuevamente pone en tela de juicio la débil institucionalidad del país y pese a que él mismo se reunió con legisladores de su movimiento en la propia residencia presidencial, donde se definió finalmente el atropello”, publicó en aquella ocasión ÚH.
La nota del medio añadió que al ser abordado sobre la crisis política, “prefirió responder escuetamente”. “Es otro poder del Estado, hay voces a favor y en contra. Me imagino que si hoy tengo que cambiar a un ministro es una decisión que me compete a mí. Obviamente, es un cuerpo colegiado, y bueno, tomaron una decisión a través de los votos”, declaró. Así nomás, con los votos se puede cualquier cosa, como la elegante restitución de fueros tras una aberrante decisión o la expulsión a la voz disidente, en un lugar donde precisamente varios han dejado huérfanos a sus representados para pasarse a las huestes republicanas sin el menor pudor. Cuando no conviene no es justo. Cuando conviene “es otro poder del Estado”.
Aprendamos que existe una división de poderes que realmente debe respetarse. No podemos andar poniendo, por ejemplo, a alguien de dudoso título como juez de jueces. No podemos, por un lado, sostener que unos sí son presuntos inocentes (aunque con imputaciones ponderables), pero a otros declararlos culpables y expulsarlos del Senado de la República. La credulidad de la oposición paraguaya en nuestra política puede resultar sorpresiva, pero es cierto que el mandatario no podrá alegar luego falta de apertura al diálogo. Desde que asumieron estuvieron atropellando, argumentando una mayoría que en realidad es la mayor minoría. Barbaridades se han cometido con la supuesta legitimidad de los votos, no todo es sufragio llano, así que cuidado con eso. ¡Buena semana!