La Cámara de Diputados está compuesta en su mayoría por legisladores que ejercen por primera vez. Sin embargo, los vicios se siguen repitiendo en este cuerpo colegiado en comparación con periodos anteriores.
En la última sesión, cuando se trataron las intervenciones de municipios denunciados por el hallazgo de irregularidades, prefirieron la complicidad. Esto se da preferentemente en filas coloradas y liberales.
Esto se da pese a la renovación que se dio en un importante porcentaje del 72,5%, es decir, 58 diputados que ingresaron son nuevos en relación con el periodo anterior y muchos lo hacen por primera vez. Esta “renovación” ha generado más preocupación.
Incluso, de acuerdo con las últimas votaciones, muchos consideran que la representación ha retrocedido en su gestión, teniendo en cuenta que se apaña a presuntos intendentes corruptos.
De hecho, si se considera la votación para acordar intervenir o no de los municipios de Valenzuela, Puerto Casado y Ñemby, ni el 20% de los diputados abogó por la transparencia. El tercer espacio se destacó en aprobar las intervenciones y, es de subrayar que, solo un liberal votó por todas las intervenciones. No está de más decir que los colorados prácticamente votaron en bloque por la impunidad, salvo excepciones.
Ante este hecho, la diputada patriaqueridista Rocío Vallejo consideró que, en relación con el anterior periodo, el actual incluso es peor.
“Realmente estoy decepcionada. Pensé que los nuevos diputados iban a estar por la aprobación de las intervenciones como muestra de que buscan la transparencia, pero luego ves cómo votan y lo hacen igual a los que se fueron y entonces no existe el anhelado cambio”, lamentó.
Reparó en el hecho de que en el anterior periodo, en los procesos de intervención, el fallo era dividido y voto a voto, pero que hoy ya solo unos cuántos denuncian la corrupción. “Estamos peor que el otro periodo”, aseguró
Oposición sin norte. Otra cuestión que quedó en evidencia en los poco más de dos meses que llevan ejerciendo su papel los nuevos diputados es que la oposición casi no existe, salvo algunas individualidades que tratan de hacer frente a la aplanadora colorada que no pocas veces cuenta con anuencia de los liberales.
Precisamente, la bancada del PLRA, que debería ser la mayor fuerza de contrapeso en la Cámara, no solo se ve sobrepasada en números, ya que son 22 frente a 48 colorados, sino que ya no cuenta con la confianza de los miembros del tercer espacio. Esto queda en evidencia en sus constantes posturas más afines al gobierno y, por sobre todo, el cuestionamiento a que articulen mayorías con el Partido Colorado para asegurarse pequeños privilegios –cargos en la mesa directiva, comisiones y en la administración pública en general– y adherir a pactos de impunidad como se presentó en la última sesión.
Fugas. En este sentido, la diputada Rocío Vallejo, una de las más críticas en el proceso de estudio de intervenciones de municipios que se dio en la última sesión, hizo énfasis en que hoy, de todos los opositores de la Cámara –unos 37 en total–, ni la mitad votó en favor de la transparencia, entre ellos muchos liberales.
Estoy decepcionada, pensé que los nuevos iban por la transparencia. Creo que estamos peor que antes. Rocío Vallejo, diputada de PQ.