El nombre de Gregorio Papo Morales figura en la lista que difundió este martes el Ministerio de Justicia, donde dio a conocer los nombres y destinos de los 708 reclusos del penal de Tacumbú que fueron trasladados a otras cárceles del país.
Según el documento, fue trasladado a la Penitenciaría Regional de Concepción, donde fueron destinados dos grupos de 90 presos. Se trata del mismo grupo al que también fue incluido por error un guardiacárcel de Asunción, identificado como Carlos López, a quien luego le pagaron el boleto de regreso a la capital tras comprobarse su identidad.
En el caso de Papo Morales, hay un juicio oral y público en su contra por el asesinato del joven Robert Marín en noviembre del 2020, que se encuentra en su última fase. Este miércoles se deben realizar los alegatos finales.
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El padre de la víctima del homicidio, quien lleva el mismo nombre que el hijo, expresó su preocupación al respecto, ya que teme que se postergue el proceso.
“Mi abogada me comentó que él va a estar en forma telemática y entonces una vez más no le vamos a tener ahí, donde tiene que estar, que es en la sala de juicio oral. Lastimosamente, no sé quién fue el de la idea de llevarle allá siendo que tiene una causa abierta”, dijo Robert Marín a NPY.
El juicio debe continuar este miércoles, al mediodía, y los familiares de la víctima esperan que el procesado no quiera volver a salir de su celda, como cuando hizo una vez para la audiencia preliminar de medidas cautelares, que en su momento se debía realizar a través de medios telemáticos.
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“Ahora tenemos miedo que decida lo mismo, porque pagando al director o a quien sea puede conseguir lo que quiere, porque sabemos que tiene los medios económicos de su lado”, manifestó.
Papo Morales había sido enviado a la cárcel de Tacumbú por disposición de la jueza Cynthia Lovera en marzo pasado, luego de haber presentado una veintena de chicanas para la suspensión de la audiencia donde se debía definir si la causa de Robert Marin se debía elevar o no juicio oral.
Otro llamativo traslado que se realizó en el marco del operativo Veneratio, fue el del ex dirigente deportivo Ramón González Daher y su hijo, Fernando González Karjallo, condenados por usura y lavado de dinero, a la Penitenciaría Regional de Coronel Oviedo (Caaguazú), donde ahora se encuentran establecidos en celdas vip.
