El religioso lamentó los últimos casos de violencia registrados entre alumnos de instituciones educativas y las amenazas de tiroteo.
“Últimamente estamos viendo todo lo que sucede en esta nuestra sociedad y ya no son solamente personas adultas ni siquiera jóvenes. Niños de 10, 11 años, con arma en mano o en sus mochilas. ¿Mba’e la ojaposéa hikuái? Papás, mamás, estamos descuidando ahí, lo que está sucediendo a mi lado mismo”, señaló.
Valenzuela destacó la importancia de que los padres se involucren más con sus hijos y con la situación que viven dentro de los colegios. “Hay que poner de moda la sencillez, la austeridad, el respeto, las amistades sinceras, la atención gratuita al otro, la fidelidad. Entre nosotros sigue faltando el amor. Alguien tiene que despertar ese amor dormido en el fondo de tu corazón”, sostuvo.
En otro punto, resaltó que la Iglesia es la sanación para el alma y la liberación de los oprimidos. “La Iglesia existe para la salvación de todo hombre, alma y cuerpo. Esa era la voluntad del Señor, que ninguno se pierda, si la predicación del reino es para la salvación del alma y para la vida eterna, la curación de los enfermos y la liberación de los oprimidos, ahí se ve reflejada la atención de las necesidades de la vida del hombre”, enfatizó el celebrante.
Agregó sobre tener compasión por el prójimo sin esperar o recibir nada a cambio. “Vayan por el mundo, curen enfermos, limpien leprosos y lo que han recibido gratis”.
También recordó a Juan Ramón Ayala, quien falleció el sábado. Lo mostró como un ejemplo de honradez y honestidad. DB