Un niño de dos años falleció en el El Hospital General de Itapúa, debido a un cuadro grave derivado de una epilepsia y porque no pudo acceder a tiempo a los medicamentos necesarios para un tratamiento de alta complejidad porque le rechazaron el amparo judicial presentado ante el Ministerio de Salud Pública (MSP), según un informe de Telefuturo.
Debido al alto costo del medicamento y tratamiento, la familia recurrió meses atrás a un amparo constitucional para obtener los fármacos, ante la falta de respuesta del sistema público de salud, pero la medida fue rechazada.
La enfermedad del niño era compleja y requería de complejidad de una medicación específica de manera continua.
Sin embargo, el rechazo del amparo impidió el acceso a los medicamentos, lo que derivó, finalmente, en el fallecimiento del paciente pediátrico.
La doctora Cinthya Florentín, neuróloga, señaló en declaraciones a Telefuturo que, además de estos dos casos, hay al menos 12 pacientes que no logran acceder a los fármacos necesarios para controlar la enfermedad y presentan situaciones de convulsiones reiteradas.
Los dos niños que tienen epilepsia presentan convulsiones reiterativas y requieren el mismo tipo de tratamiento, cuyos amparos constitucionales también fueron rechazados, sin que se expongan argumentos formales.
La neuróloga dijo que en el país se estima que unas 70.000 personas padecen epilepsia y que muchas de ellas no cuentan con las garantías necesarias del sistema de salud pública para sostener sus tratamientos.
En ese sentido, señaló que en 2024 se promulgó una Guía Nacional para el abordaje de la epilepsia, elaborada en conjunto con el Ministerio de Salud, pero señaló que su implementación enfrenta barreras para el acceso a los medicamentos de manera ininterrumpida.
“Tenemos problemas desde lo más básico, como el acceso ininterrumpido a los fármacos anticrisis o medicamentos anticonvulsivantes, que son esenciales para el tratamiento”.
Añadió que “el 70% de los pacientes pueden mantener la epilepsia controlada solo con medicación hasta tratamientos más especializados, como el de este niño, al que, lastimosamente, no llegamos a tiempo y se nos fue antes de poder ofrecerle todo lo que la ciencia hoy le puede ofrecer”.