Especial
Comprometidos con reconciliar la producción integral con la conservación del medioambiente mediante la adopción de sistemas productivos que asocien la alta productividad con la sostenibilidad de los diversos ecosistemas, la Cooperativa Multiactiva Neuland y la Asociación Colonia Neuland celebró la obtención de la licencia ambiental, que les fue concedida por la Secretaría del Ambiente (Seam), tras tres años de impulsar un arduo trabajo de adecuación de sus campos, tomando como ejemplo modelos similares ejecutados en el Departamento de San Pedro.
La licencia ambiental fue otorgada a un plan de acción global con responsabilidad individual, para un total de 315.000 hectáreas, 450 productores y 800 fincas.
Sobre las áreas sometidas a la adecuación ambiental se aplicaron trabajos para el desarrollo de pasturas naturales y árboles autóctonos que otorgan alimentos y sombras a la producción ganadera bajo el sistema silvopastoril; y contempló el respeto a las franjas de protección de vientos. También se impulsó la construcción de un sistema de acopio de agua de lluvias para su potabilización; y una reserva biológica para la conservación de la vida silvestre. Esta última actividad, la Cooperativa menonita la encara con la estrecha colaboración de especialistas en fauna silvestre de la organización Worldlife Conservation Security (WCS).
Impacto. El estudio de impacto ambiental fue desarrollado por el técnico de la Cooperativa Neuland, Stefan Isaak, bajo el asesoramiento del ingeniero agrónomo Manuel Barrientos. “Para la Cooperativa Neuland, alcanzar la adecuación ambiental representa un logro muy importante, porque favorece al aumento de la producción ganadera y porque también pone énfasis en la preservación del ambiente, por el bien de nuestra comunidad y del país”, expresa Heinz Bartel, presidente de la Cooperativa Neuland.
Bartel alega que la preservación ambiental representará un gran beneficio para las generaciones futuras y agrega que después de más de 70 años de vivir en tierras chaqueñas, entendieron que el ecosistema y el suelo son muy ricos y fértiles, pero a la vez, muy frágiles. “Mediante este estudio, logramos entender mejor al suelo chaqueño y comprendimos que hay que tratarlo con cuidado. Por eso, para que sea sostenible para la producción y para que nuestros hijos, nietos y bisnietos y todo el país tengan la oportunidad de seguir trabajándolo hay que tomar medidas de protección”, expresa.
Paraguay cuenta con una ley ambiental y forestal muy buena, considera Bartel, pues contempla el 25% de reserva de bosques, a lo que se agregan las franjas de protección de vientos, con lo que suman alrededor del 50% de cobertura boscosa que debe ser mantenida. “Si se aplica esta ley correctamente, como lo hacemos en la colonia, el Chaco sin duda tendrá una gran capacidad de producción para muchas generaciones más”, concluye Bartel.