En un país donde 8 de cada 10 estudiantes no comprenden lo que leen, tienen 250 aulas en peligro de derrumbe y otras 12.000 en mal estado y donde, además, 457.000 son excluidos del sistema educativo, se multiplican los desafíos que tendrá la gestión del próximo titular del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), Luis Ramírez, designado por el gobierno de Santiago Peña que asume desde el 15 de agosto.
Esta nota repasa los seis principales desafíos y que son los más reclamados en general por la comunidad educativa, como el eterno problema de la infraestructura escolar. En un sondeo de directores de instituciones educativas, salió la cifra de 250 aulas en riesgo de derrumbe.
“En Paraguay, 46% de los estudiantes asisten a instituciones con niveles bajos de infraestructura escolar”, indica el último reporte de PISA – D (2019). A la falta de inversión, el MEC que tiene presupuesto 0 para infraestructura –casi desde la creación del Fonacide para municipios y gobernaciones– se suma que el ministro electo considera pertinente que las construcciones pasen a otra cartera como el MOPC, con diseños del MEC.
El gobierno saliente liderado por Nicolás Zárate en Educación, presentó un proyecto que podría regir a partir del 2024 y que se trata de una inversión de USD 54,4 millones para reparaciones.
Sobre infraestructura, también queda pendiente desarrollar al menos la conectividad en los 8.000 establecimientos educacionales, donde en la actualidad solo 2.055 tienen conexión a internet. Este fue otro de los puntos desarrollados por Ramírez en una reciente entrevista, donde indicó que buscarán la forma de llegar a más centros.
Fuera. Son 457.844 los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años que están excluidos del sistema educativo, según el último estudio de Unicef y el MEC, publicado por la organización en junio pasado.
La futura viceministra de Educación Escolar Básica, María Gloria Pereira, adelanta que, para atender a la problemática, trabajarán en continuar con un proyecto que llevan con la Unicef y que se trata de buscar y reingresar a chicos que no asisten en su mayoría, por motivos económicos de las familias. Se trata del proyecto Educación de calidad para niños y niñas fuera de la escuela, que tiene como objetivo lograr que 30.000 estudiantes de seis departamentos del país accedan a su derecho de una educación con calidad y que asistan a un centro educativo.
Participación. Promover la participación de la familia y de la sociedad en la educación paraguaya es uno de los factores que debe atenderse en educación en el próximo período, apuntan desde Juntos por la Educación.
El autoritarismo que sigue operando en el sistema y el miedo que este genera a participar, además de la excesiva centralización en las políticas educativas del MEC son las principales causas de la falta de un papel más protagónico de las familias, docentes y los estudiantes, apuntan desde la organización. Luis Ramírez plantea un enfoque colaborativo en el que se involucre a maestros, padres, familias, fuerzas vivas y económicas, tanto para incrementar la participación como para lograr un plan educativo que mejore la calidad. “Un plan paraguayo de educación adecuado a la necesidad del país”. En una charla con la organización Democracia para el Desarrollo (Dende), agregó que “hay ciudades que necesitan trabajar el campo, no necesitan una tecnicatura en Ciencias Sociales; otras necesitan vincularse más con la ganadería y otras más con el comercio”, expresó.
