Ya Ya nació en Pekín en el año 2000, inició su viaje de vuelta a China el pasado 27 abril, cuando abandonó el Zoo de Memphis para aterrizar en Shanghái en un momento en que miles de usuarios de las redes sociales chinas mostraron su preocupación por el estado de salud de la panda.
Durante su mes en Shanghái, el Zoo de la ciudad supervisó su salud para “ayudarla a adaptarse a su regreso a China”, y ahora el de Pekín la examinará antes de que el público pueda visitarla, indica el rotativo chino Global Times.
Ya Ya viajó con tres años al zoológico de Memphis junto al macho Le Le, nacido en Shanghái, dentro de un programa de cooperación entre el país asiático y el norteamericano.
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Las gestiones para el regreso de Ya Ya a China desde Estados Unidos se acentuaron después de la muerte en febrero pasado de su compañero Le Le, de 25 años, y el deterioro del pelambre de la hembra debido a una enfermedad dérmica.
China envió entonces a un equipo de expertos a determinar las causas de la muerte del panda, mientras miles de personas comenzaban a mostrar su preocupación en las redes sociales chinas, donde se multiplicaron las campañas para pedir el regreso de Ya Ya.
Desde Estados Unidos se rechazaron las denuncias de maltrato de los pandas, y el zoológico estadounidense indicó entonces que Ya Ya padece una condición dérmica crónica que “no afecta su calidad de vida, pero ocasionalmente hace que su pelambre se vea menguado y manchado”.
La situación coincidió con el incremento de las tensiones entre Pekín y Washington, lo que convirtió a la osa panda –que aparentemente no sufre enfermedad alguna– en arma arrojadiza y un nuevo motivo de crítica a EEUU, tanto en las redes como en algunos encendidos editoriales de la prensa oficial china.