En el acto de traspaso de mando presidencial, que se desarrolló ayer en la explanada del Palacio de López, invitados y autoridades se debatieron entre los gustos personales y el protocolo, en una puja que tuvo sus grandes ganadoras.
En general, las damas escogieron los tonos claros esperados para un evento marcado para primeras horas de la mañana, donde definitivamente las tonalidades del blanco, entre el tiza, el blanco roto, el marfil y el manteca, fueron los que primaron. Llamó la atención el uso de pantalones en las mujeres, principalmente el que escogió la primera dama de argentina Juliana Awada, que incluso se acercó más a un look casual y despreocupado, que a uno propio a la altura del acontecimiento.
ASIGNATURA PENDIENTE. El maquillaje, que en algunos casos fue sobrecargado y el peinado con los rulos armados, que fueron casi una constante. El corte de los vestidos en general fue apropiado, mientras que el color y los apliques fueron el centro del debate. Se vieron brillos y bordados que bien podrían quedar guardados para la cena posterior. Aunque acertada en la elección del color, la coincidencia entre la primera dama Silvana López Moreira y Lourdes Samaniego, esposa del vicepresidente Hugo Velázquez, llamó la atención al momento de las fotos oficiales, donde ambas parecían combinadas, ya que compartieron el foco principal del evento; aunque los estilos escogidos eran muy distintos.