Alexandre Silveira, ministro de Minas y Energía de Brasil, fue consultado por periodistas del vecino país sobre la situación generada con Paraguay con relación a la tarifa de Itaipú, que sigue sin definirse para el 2024, pese a la más reciente reunión de altas partes que se concretó días atrás en Brasilia. Al respecto, según reproduce Folha de San Pablo, el secretario de Estado brasileño consideró que el actual precio de la energía es “adecuado”.
Cabe resaltar que la tarifa vigente –por el momento– en la binacional es la que se definió en el 2023, de poco menos de USD 17 kW/mes, referencia que en su momento significó una reducción de aproximadamente 20% con relación al costo practicado en el 2022. La postura expresada por el integrante del Gobierno brasileño, de acuerdo con las interpretaciones de Folha, difiere de las intenciones de Paraguay, cuyas autoridades “presionan para aumentar” el precio de la energía que pagan ambos países, señalan.
De acuerdo con las interpretaciones de los analistas del país, el conflicto generado por la tarifa de Itaipú se relaciona con las conveniencias de cada una de las naciones socias en la hidroeléctrica. Mientras que Brasil tiene mayores beneficios en que el precio de la energía sea el menor posible, Paraguay busca que la tarifa sea lo más alta posible, para dividirse los recursos que anteriormente se utilizaban para el pago de la deuda de la usina, ítem actualmente inexistente.
Solución. Por otro lado, los medios brasileños también reportaron el hecho de que luego de la reunión con Santiago Peña, presidente de Paraguay, Lula da Silva, jefe de Estado del Brasil, convocó a Fernando Haddad, ministro de Economía, para una inesperada reunión con Mauro Vieira, ministro de Relaciones Exteriores, y señalaron que el motivo del encuentro serían las demandas de Paraguay con relación a Itaipú. Después del encuentro entre pares, Lula había admitido a la prensa brasileña que su gobierno estaba trabajando para hallar una solución conjunta para las “divergencias” respecto a la tarifa.
En Paraguay, Peña calificó la última charla con Lula como “muy positiva”, pese a que no se dieron a conocer resultados palpables. El primer mandatario negó haber regresado con las manos vacías, pidió “tiempo al tiempo” y se mostró optimista sobre la posibilidad de lograr un acuerdo fructuoso para Paraguay.
No quiso hablar explícitamente de una suba de la tarifa, pero aseguró que se pretende “el máximo beneficio posible” para el país.