18 may. 2024

Mazzoleni sostiene que la declaración es cuestión política

Abarrotados.  Hospitales se llenan con casos de dengue.

Abarrotados. Hospitales se llenan con casos de dengue.

El ministro de Salud Julio Mazzoleni considera importante la declaración de emergencia por los casos de dengue, pero sostiene que se trata de una cuestión política.

Tras una reunión con el senador Pedro Santa Cruz del PDP (Partido Democrático Progresista), el secretario de Estado remarcó que ya existe un decreto presidencial y negó que haya un subregistro de pacientes diagnosticados con dengue.

Aseguró que son los más transparentes de toda la historia del Paraguay, y que las críticas a su gestión son para sacar ventaja y por fuego político cruzado.

En cuanto a los medios de comunicación, indicó que vende más una noticia mala que una buena.

Considera que en las redes sociales circulan informaciones falsas y tergiversadas, e hizo un llamado a la tranquilidad de la ciudadanía.

“Hay que tener en cuenta la valoración técnica y política. En el Senado han hecho una declaración política, es muy atendible”, refirió.

“En este momento contamos con decreto presidencial”, indicó, y dentro de ese contexto refirió que ya hicieron 1.300 contrataciones de personal de blanco.

Aseguró que no tienen inconvenientes en cuanto a los insumos, y que el enfoque es fortalecer el trabajo de los municipios y gobiernos departamentales, en torno a la declaración de emergencia.

“A todo el pueblo paraguayo, estos números que estamos dando son los más transparentes de toda la historia del Paraguay”, refirió ante las versiones de subregistro de pacientes con dengue.

Destacó la colaboración del sector privado, del Hospital de Clínicas, del IPS (Instituto de Previsión Social) y laboratorios privados.

“Estamos en un estado de crispación por la sociedad hiperconectada. A través de las redes sociales circula todo tipo de información lamentablemente falsa y tergiversada”, sentenció el ministro.

Por su parte, desde el sector del Frente Guasu lanzaron duras críticas contra su gestión. Hugo Richer habló de error de procedimiento, y Esperanza Martínez cree que hay subregistro de casos.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.