Como ya está firme la sentencia de 15 años en contra de Ramón González Daher, ahora las víctimas de esas 155 denuncias falsas están habilitadas a reclamar la reparación del daño.
Las presentaciones se realizan ante el Juzgado que anteriormente tenía a su cargo la presidenta del Tribunal que le llevó a condena a González Daher, Claudia Criscioni.
“Espero que la Justicia se dé cuenta de todo el mal que causó esta persona, todo lo que provocó el hombre es espantoso”, dijo el abogado Horacio Fialayre, defensor de Epifanio Rojas y Juan Rojas Viedma, ambos víctimas, quienes ya demandaron.
Cada uno tuvo dos causas que inició en su contra Ramón González Daher por supuesta estafa y apropiación, pero finalmente se determinó que estos no lo estafaron y no fueron condenados.
INJUSTO. “En el caso de Epifanio, tiene 86 años, está enfermo, tiene una pierna amputada. Ya le había pagado todo, e igual le denunció”, explicó el abogado.
El hombre había prestado de Daher USD 60.000 en el 2007 y tuvo que transferir en garantía un campo al hijo de RGD, y también dejó cheques. Una vez pagada la deuda, quiso recobrar su campo, pero RGD le quiso cobrar casi el triple del monto.
En el 2017, diez años después, González Daher intenta cobrar los cheques, pero como ya en el 2011, Rojas cerró su cuenta, le rechazaron y el prestamista lo denuncia.
El profesional explicó que después de unos años de iniciarse el proceso en su contra, Epifanio Rojas tuvo una enfermedad y que ante la imposibilidad de costear completo el tratamiento, tuvo que ser amputado primero la mitad de una pierna, y luego completo, un lado.
Todo esto consta en el reclamo que hacen ante la jueza Criscioni.
Y en el caso de Juan Rojas Viedma, este también fue denunciado por González Daher y hasta tuvo orden de captura, porque le notificaron mal a una audiencia y por ende no se presentó.
CONDENA. Quince años de cárcel cumplirá González Daher por haber formado un esquema de usura, lavado de dinero y denuncia falsa.
Centenares de víctimas cayeron en un esquema de préstamos que conllevaba amenazas y pagos de intereses que llegaban al cien por ciento.