El regreso del ‘Matador’ se produjo en un partido informal con el que el Unión Temuco, club de su propiedad, celebró su ascenso a la segunda división chilena en su segundo año de existencia.
El regreso del ‘Matador’ se produjo en un partido informal con el que el Unión Temuco, club de su propiedad, celebró su ascenso a la segunda división chilena en su segundo año de existencia. EFE/Archivo | Ampliar imagen
En ese partido de celebración, el once que integró Salas ganó por 5-3 y uno de los tantos fue obra del goleador histórico de la selección de Chile (37), que controló a la perfección un centro y definió de zurda.
Con la camiseta número 11, Salas estuvo 62 minutos en el campo de juego y entre sus compañeros estuvo también Nelson Tapia, portero de Chile en el Mundial de Francia'98, que es el gerente técnico del Unión Temuco.
“Estaré acompañando al equipo”, dijo el ex goleador del Universidad de Chile, el River Plate argentino, Lazio y Juventus de Italia, al ser preguntado si jugará con su equipo en el torneo de segunda división, como se ha rumoreado.
La críptica respuesta del goleador temucano no hace más que alimentar las conjeturas acerca de su regreso al fútbol activo, nutridas también con su hábito de entrenarse todas las semanas junto a la plantilla del Unión Temuco, cuyos jugadores juran haber aprendido mucho del ex internacional.
A lo anterior se suma el deseo explícito de Rosemberg Salas, padre de Marcelo y presidente del Unión Temuco, que públicamente se ha manifestado a favor del retorno del “Matador”.
Según los observadores, la sola presencia de Salas en el equipo aseguraría pingües recaudaciones al Unión Temuco, pero todo indica que el delantero mantendrá la incógnita hasta el último momento, explicada posiblemente porque de volver, desea ser un aporte real y no un mero símbolo.