La Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) expresó su rechazo a la nueva Regulación Europea sobre la Deforestación (EUDR), a la que calificó como una medida unilateral y punitiva que desconoce las realidades productivas de la región y actúa como una barrera comercial encubierta.
En una declaración conjunta, las entidades rurales que integran la FARM reafirmaron su compromiso con la transparencia, la sostenibilidad y la innovación tecnológica en la producción agropecuaria.
Destacaron los importantes avances en materia de sistemas de información y trazabilidad implementados en los países del bloque, los cuales –según indicaron– garantizan la legalidad, el origen y el cumplimiento de altos estándares ambientales, sociales y productivos.
“Todos los países miembros de la FARM cuentan con sistemas modernos de trazabilidad y monitoreo que cubren la cadena agropecuaria de punta a punta. Esto permite una transparencia total desde el campo hasta el consumidor”, señala el pronunciamiento, suscrito por las asociaciones de productores ganaderos de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia y Bolivia.
Exclusión. Los gremios advierten que los productores rurales que cumplen con todos los protocolos y normativas vigentes están siendo excluidos del mercado europeo debido a los nuevos requisitos impuestos por la mencionada regulación europea EUDR.
Al mismo tiempo, alertan sobre el aumento de costos y la carga burocrática derivada de los procesos de la “debida diligencia” exigidos en contratos internacionales, lo que afectaría especialmente a pequeños y medianos productores.
En ese contexto, la FARM pidió a los socios internacionales que reconozcan los esfuerzos realizados por los países del Mercosur y que dialoguen basados en evidencias concretas. “Los sistemas nacionales de trazabilidad e información deben ser vistos como herramientas legítimas de cooperación y confianza mutua, no como mecanismos de exclusión”, subrayaron.
Finalmente, la organización reiteró su compromiso con la producción sustentable, la integración de mercados y el respeto a los acuerdos multilaterales, al tiempo que convocó a la búsqueda de soluciones conjuntas frente a los desafíos globales que enfrenta la agricultura y la ganadería.