22 may. 2024

Los campesinos e indígenas no fueron escuchados y seguirán movilizados

Rechazo. En Tavapy, campesinos hicieron bloqueo de ruta.

Rechazo. En Tavapy, campesinos hicieron bloqueo de ruta.

Varias organizaciones campesinas e indígenas se movilizaron frente al Congreso y en varios puntos del territorio como medida de fuerza para que se rechace el proyecto de ley que según ellos plantea criminalizar las invasiones de tierras. La intención de estos grupos sociales era que la Cámara de Senadores rechace el proyecto, que al final fue aprobado y será tratado ya el miércoles por Diputados.

Tras la decisión del Senado, la Federación Nacional Campesina (FNC) sacó un comunicado llamando a sus bases a seguir movilizados en los principales puntos del país. Anuncian protestas en Asunción, San Pedro, Caaguazú, Canindeyú, Guairá, Caazapá, Misiones, Itapúa y Concepción. Ayer, algunos grupos indígenas se instalaron a un costado del Congreso.

Otro grupo se movilizó en las inmediaciones del Panteón de los Héroes y en las inmediaciones del Parlamento con pancartas repudiando a los senadores Enrique Riera (ANR) y Fidel Zavala (Patria querida), quienes fueron los proyectistas.

“El proyecto de ley fue presentado por los senadores Enrique Riera y Fidel Zavala, representantes de la oligarquía reaccionaria, que una vez más azuzan la violencia del Estado contra el pueblo. La FNC reclama la apertura de un debate amplio sobre la problemática de la tierra, la recuperación de las tierras malhabidas que en parte están en poder justamente de Fidel Zavala. Son los cabecillas y usurpadores de la tierra del Estado”, reza el comunicado de la FNC.

Las movilizaciones se extendieron en varios puntos incluso con bloqueo de rutas.

Dijeron a los parlamentarios que la lucha por la tierra no es crimen, pero robar tierras públicas sí es un crimen.

Teodolina Villalba, líder de la FNC, repudió que se aprobara una ley sin tener en cuenta las necesidades de los más necesitados.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.