La jornada de trabajo se llevó a cabo con la coordinación de la dirección de Gestión Ambiental de la comuna local, con el respaldo de todas las divisiones y de la dirección de Servicios Municipales, además del apoyo de los bomberos voluntarios del servicio de control de animales salvajes y peligrosos, con el fin de garantizar la estabilidad del hábitat donde se conoce la existencia de reptiles.
Los trabajos de limpieza consistieron en la recolección de basura, escombros y otros materiales que se encontraban acumulados en el arroyo y sus alrededores. Los funcionarios municipales laboraron durante varias horas para retirar los residuos y despejar el cauce del arroyo, incluso fue necesario el uso de una retroexcavadora para facilitar la tarea.
El objetivo es mejorar la calidad del agua del arroyo y sus alrededores y contribuir a la prevención de inundaciones.
“Estamos comprometidos con el cuidado del medio ambiente y esta es una de las acciones que estamos tomando para mejorar la calidad de vida de los esteños”, dijo el intendente Miguel Vallejos.
Desde la comuna se seguirán realizando estas jornadas de limpieza en los arroyos y otros cauces hídricos. Lamentó que los ocupantes de la franja de protección de los arroyos de la zona sigan arrojando sus desechos al cauce.
INCONSCIENCIA. Este problema se repite en varios arroyos de la ciudad, como el Amambay, el Acaray y el Monday. La basura que se arroja al cauce incluye todo tipo de residuos, desde desechos sólidos como plásticos, vidrios y cartones, hasta desechos orgánicos como restos de alimentos y animales.
Esta basura afecta la calidad del agua de los arroyos, generando contaminación y malos olores. Además, puede obstruir el cauce de los arroyos, aumentando el riesgo de inundaciones. La comuna ha realizado varias campañas de concientización sobre la importancia de cuidar los arroyos. Sin embargo, estas campañas no han sido suficientes para corregir el problema.
Lamentablemente, gran parte de la franja de protección de los principales arroyos que cruzan la ciudad está ocupada irregularmente y forma parte de los 60 asentamientos urbanos precarios que tiene Ciudad del Este. Además de ocupar, son los principales responsables de utilizarlos como vertederos de basura.
Se trata de un grave problema ambiental que, además de contaminar los arroyos, reduce su lecho, lo que facilita que se desborden fácilmente en tiempos de mucha lluvia, como ocurrió este año. Este año, puentes, caminos vecinales y viviendas fueron afectados por las aguas producto de los desbordes de arroyos como nunca antes.