20 oct. 2025

La Ruta de la Muerte, tramo olvidado que ya se cobró siete vidas en un mes

La ruta PY08, a la altura de la comunidad de Blas Garay, en San Pedro, se convirtió en símbolo del abandono del Estado. Casi a diario se producen accidentes de tránsito, muchos con desenlace fatal.

UHINT20250904-020a,ph01_8212~001.jpg

Bomba de tiempo. La hilera de pozos obliga a bruscas maniobras, sino a perder el control.

SAN PEDRO

Solo en agosto pasado se produjeron al menos 20 siniestros viales sobre la ruta PY08, la cual va desde la comunidad 6.000 Defensores de Guayaybí hasta el distrito de Azotey, en Concepción. El saldo es estremecedor, siete personas perdieron la vida en apenas un mes, según datos locales.

Los vecinos la llaman la Ruta de la Muerte. Ocurre que el tramo está plagado de peligrosos agujeros que –a alta velocidad– hacen perder el control a los conductores. Así es como se producen la mayoría de los accidentes ruteros, en especial, a la altura de la comunidad Blas Garay, en el Departamento de San Pedro.

Quienes lograron sobrevivir al volante en dicho trayecto relatan que los pozos obligan a realizar maniobras bruscas que terminan en choques, vuelcos o colisiones frontales. “Es un verdadero campo minado. Viajar de noche es jugarse la vida”, relató un lugareño.

Autoridades municipales, departamentales e incluso legisladores nacionales vienen reclamando desde hace más de dos años una intervención seria del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Sin embargo, hasta ahora la respuesta ha sido considerada insuficiente y hasta irrisoria: En lugar de reparar el asfaltado, se instalaron más lomadas en distintos puntos.

“Ponen lomadas como si eso solucionara algo. Los baches siguen ahí y cada día son más grandes. Lo que necesitamos es una reparación integral, no parches”, cuestionó un concejal local.

Bacheo improvisado. Ante la falta de acción estatal, los propios pobladores se ven obligados a improvisar soluciones. Con palas, arena y cemento, intentan rellenar los cráteres que representan un peligro constante para motociclistas y automovilistas.

“Si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará. No queremos seguir contando muertos”, expresó una vecina que participaba en una jornada comunitaria de reparación improvisada.

UHINT20250904-020a,ph01_3533~001.jpg

Desidia. Ante la indolencia del MOPC, los vecinos tapan los cráteres de forma improvisada.

C. A.

Más contenido de esta sección
Ciudad del Este –como era de sospecharse– es el epicentro de la mayor migración laboral del Brasil. Más de 6.200 brasileños cruzan el Puente de la Amistad todos los días para ganarse la vida.