Esto a través de la presentación de un proyecto de derogación de la ley por la cual se creó la Bicameral.
Aunque admitieron que tienen pocas esperanzas de que se apruebe, alegan que no quieren quedar como cómplices de las persecuciones.
Además, lanzaron un pedido al presidente Santiago Peña para que vete la ley de control a las oenegés.
Este anuncio de la oposición se da luego de que desde la CBI se haya advertido que se iniciarían acciones legales como una forma de presión a las organizaciones para que remitan información.
El diputado por el Encuentro Nacional Raúl Benítez sostiene que la Bicameral fue diseñada para estar controlada por el oficialismo. Cuestionó que no se tenga un marco normativo, lo cual permite el abuso de poder.
Consideró que se han extralimitado en sus funciones porque sobrepasaron el tiempo de mandato.
Además, remarcó que no se le dio a la CBI un cheque en blanco para armar una lista negra ni para perseguir.
A su criterio, no basta con la renuncia del senador Gustavo Leite de la comisión, sino que esta se elimine.
La diputada Johanna Ortega, de País Solidario, puso énfasis en la persecución y criminalización a la prensa, y que hay abuso de poder.
La senadora Esperanza Martínez, del Frente Guasu, duda de que se apruebe la derogación de la ley por la que se creó la Bicameral, pero que se trata de un gesto político, y no quieren quedar como cómplices de este sistema de persecución, odio y miedo.
La legisladora fue la que pidió abiertamente a Peña que vete la ley antioenegés. Este proyecto tendrá una segunda vuelta en la Cámara Alta.
El senador progresista Rafael Filizzola manifestó que las potestades del Congreso no pueden ser bastardeadas.
Además, que las comisiones de investigación no pueden servir como órganos de venganza y represión.
“En su afán de perseguir, solo nos ha hecho pasar vergüenza, han abusado de poder, solamente se han extralimitado en sus funciones”, sentenció el legislador.
Respecto a las medidas judiciales que anunció la CBI, Filizzola espera que haya jueces valientes y honestos que no se presten a allanamientos o medidas coercitivas que atenten contra la libertad que tiene la gente de trabajar.
CARTISTAS CHIÍTAS. Eduardo Nakayama sostuvo que Leite perdió toda credibilidad, objetividad y parcialidad porque es oenegero, y no puede ser juez ni parte, por lo que insiste en su renuncia. Calificó de fanáticos chiítas a un grupito de cartistas por no pensar en el costo político para Peña.