Un 27% de incremento se sumó ayer a otros anteriores, que en total ya alcanzan casi 90%, en un reacomodo del mercado del vecino país, que paulatinamente está liberando los precios de sus servicios y productos, a tono con las nuevas políticas aplicadas por el actual presidente de la República, Javier Milei.
Anteriormente, había mucha intervención estatal en las tarifas y precios.
Así, la llamada nafta súper se comercializa el litro a 860 pesos (G. 7.740) cuando en Paraguay cuesta G. 6.150. La diferencia es de G. 1.590 más en el vecino país. El gasoil cuesta ahora G. 892 pesos, lo que hace con el cambio G. 8.028, mientras que en territorio paraguayo sale G. 7.250, o sea G. 778 más caro ya cuesta en Argentina.
El fenómeno de ir en masa a la vecina ciudad de Clorinda, en el último tramo del año pasado, fue revirtiéndose ya con la anterior subida en el precio de los combustibles argentinos. No obstante, muchos optaban por seguir adquiriendo de aquella plaza, debido a su mayor calidad.
Con el último ajuste, ya casi no hay margen para buscar en ciudades fronterizas alguna ventaja, lo que también genera una merma significativa en el contrabando de hidrocarburos, lo que había representado un lucrativo negocio durante un extenso periodo.
El portal de A24 del vecino país habla taxativamente de que el nuevo nivel de precios “colocó a la Argentina ligeramente más arriba en el ránking mundial de los países con el combustible más caro del mundo, por encima de Túnez y Paraguay, pero todavía lejos de sitios como Hong Kong o Mónaco”.
Vale destacar que en diciembre la nafta tuvo dos aumentos en Argentina: Uno de hasta el 30% el pasado 8 de diciembre, y otro de entre 30% y 37% el 13 de diciembre, tras la devaluación en la cotización del dólar oficial.
Luego, en algunos casos los valores tuvieron una pequeña retracción.