“Algunos ocurren por imprudencia o impericia de los conductores”, menciona al respecto la inspectora ayudante Patricia Ferreira, encargada del Departamento de Relaciones Públicas de la Patrulla Caminera. El exceso de velocidad –cita la inspector ayudante– es la principal causa de accidentes fatales en nuestro país, teniendo en cuenta que las personas en motocicletas están menos protegidas que en un automóvil. Otro de los malos hábitos que hacen a la conducción imprudente es la circulación entre carriles, exponiéndose a una caída el motociclista con un mínimo error y sufrir, como mínimo, raspaduras, llegando a amputaciones.
RECOMENDACIONES. “En la motocicleta solo pueden circular dos ocupantes (conductor y un acompañante); los menores de edad, a partir de 12 años, pueden ir en una motocicleta como acompañante”, indica la agente, como una de las más importantes a tener en cuenta. Luego, no conducir estando cansado o con sueño y mucho menos después de haber consumido bebidas alcohólicas, que disminuyen considerablemente la reacción de la persona.
También, respetar las señalizaciones de tránsito, así como a los agentes del orden, dice y menciona que circular a una velocidad prudencial es conveniente, siempre teniendo en cuenta que la ruta donde se transita se encuentra en buenas condiciones y sin obstáculos, la cantidad de vehículos alrededor, y otros.
El clima también juega un papel preponderante al momento de circular, explica la encargada de Relaciones Públicas de la Patrulla Caminera, por lo que aconseja, en caso de lluvia, aguardar a que esta pase lo más que se pueda para que la visibilidad pueda ser normalizada. Y en caso de que la pista esté húmeda, transitar lo más despacio posible, ya que el control de la moto cambia con el suelo mojado, dice.
Aconseja el uso de todos los elementos de seguridad que el motociclista debe llevar como protección; el casco, del cual señala “salva vidas”. “La seguridad vial es responsabilidad de todas las personas que transitamos en las rutas y caminos del país”, reflexiona.