Más de 4.000 policías fueron movilizados en Roma para impedir roces entre las fuerzas de la derecha y la manifestación organizada por movimientos de izquierda, apoyada por actores y escritores contra la presencia en Roma de la Liga Norte, pero también para protestar contra la política de Renzi.
En varias calles de Roma fueron instaladas enormes vallas para cerrar el acceso y no permitir que los manifestantes entraran en contacto.
La xenófoba Liga Norte, que durante años ha tenido como eslogan la frase “Roma Ladrona”, referida entre otras cosas a los fondos que llegaban a la ciudad, organizó por primera vez en su historia una concentración en la capital para protestar contra Renzi.
Bajo el lema “Renzi a casa”, el nuevo secretario general de la Liga, Matteo Salvini, ha comenzado su campaña a nivel nacional y no sólo concentrada en el norte del país como era tradicional hasta ahora.
A la concentración en una céntrica plaza romana también se unieron algunas formaciones y movimientos de la derecha como “CasaPound”, que llegaron enarbolando banderas con la “cruz celta” utilizada en la iconografía neonazi, y pancartas con la fotografías de Benito Mussolini.
“El problema no es Renzi. El es el peón, el siervo tonto a disposición de Bruselas”, afirmó Salvini, quién cifró en 20.000 personas las participantes en la concentración.
Desde el palco instalado en la Piazza del Popolo, adonde llegaron miles de militantes de la Liga Norte, Salvini continuó acusando a Renzi de ser “un instrumento de la izquierda que quiere acabar con la economía italiana”.
Por otra parte, a la misma hora, otros miles de personas - 35.000 según los organizadores - pertenecientes a movimientos de izquierda se manifestaron por las calles de Roma bajo el lema “Nunca con Salvini"o “Fuera la Liga de Roma”, pero también contra la política de Renzi.
