Los concejales que integran la Junta Municipal de Asunción no pueden eludir su corresponsabilidad frente al caos y la debacle que se ha descubierto en la Municipalidad, como resultado de la pésima gestión del intendente colorado Óscar Rodríguez. La Junta es el legislativo comunal y como tal en estos años ha aprobado los balances presentados por el intendente, incluso cuando ya abundaban críticas, cuestionamientos y denuncias por el millonario faltante. No pueden lavarse las manos, pues ellos son parte del gobierno de Nenecho.
Óscar Nenecho Rodríguez no es el único y exclusivo responsable de la actual situación del caos y desgobierno de la Municipalidad de Asunción. Es momento de recordar que el Municipio dispone de una Junta Municipal, el legislativo comunal, y como tal, los 24 concejales son parte del gobierno.
El informe final del interventor Carlos Pereira confirmó que la administración de Óscar Rodríguez desvió masivamente los recursos de los bonos G8 para cubrir salarios, gastos corrientes y deudas municipales, cuando dichos recursos debían estar destinados a obras de desagüe pluvial.
Según el reporte, más del 80% del dinero fue utilizado para fines prohibidos por ley, dejando al descubierto un esquema de bicicleteo financiero con reposiciones parciales y sin respaldo documental. En 2022, la Municipalidad gastó recursos de bonos en salarios, gastos de energía eléctrica, telefonía, mantenimiento, alquileres, seguros y capacitación de personal. En 2023, la Municipalidad siguió usando de forma indebida los bonos G8 en gastos, como mamparas, prendas de vestir, leche, productos de limpieza, pintura, combustible y otros. Solo una parte de los recursos fue destinada al desagüe de la avenida Molas López.
De acuerdo con el informe del interventor, “usar dinero público que se destinó y autorizó para la construcción de infraestructura pública, en otros gastos no relacionados y alejados completamente del objetivo y de la autorización expresa recibida, hace responsables de tal infidelidad e ilegalidad a los administradores públicos que la realizaron, consintieron o no impidieron”. Hace alusión a los administradores, así como la mayoría colorada de los concejales que aprobaron las rendiciones del ex intendente a lo largo de su gestión.
Los integrantes de la Junta Municipal no pueden seguir eludiendo su responsabilidad frente a la caótica situación en la que ha quedado el Municipio. Esta entidad –como parte del gobierno municipal– no solo sanciona ordenanzas, resoluciones, reglamentos, sino también autoriza llamados a licitación pública, aprueba adjudicaciones y contratos, asimismo, cada año sanciona la ordenanza de presupuesto de la Municipalidad y aprueba la rendición de cuentas de la ejecución presupuestaria presentada por el intendente. Por lo tanto, son corresponsables de las actuales condiciones en que se encuentra no solo la institución a nivel administrativo, sino la ciudad de Asunción, que parece haber sido arrasada por algún evento climático.
Recordemos que en mayo de 2024, la Junta Municipal de Asunción aprobó el balance presentado por el intendente Óscar Rodríguez, a pesar de una denuncia por un faltante de G. 500.000 millones. La aprobación se hizo con 14 votos a favor, por parte de concejales colorados: Juan Carlos Ozorio, Marcelo Centurión, Jesús Lara, Nasser Esgaib, Arturo Almirón, Mariano Cáceres, Juan José Arnold, Miguel Sosa, René Calonga, Luis Bello, Daniel Ortiz y Carlos González, a quienes se sumaron dos liberales: Augusto Wagner y Ramón Ortiz.
En contra votaron los concejales Humberto Blasco, Fiorella Forestieri (PLRA); Rossana Rolón (ANR); Pablo Callizo, Paulina Serrano y Álvaro Grau (Patria Querida) y Jazmín Galeano, del Partido Encuentro Nacional. César Escobar, y Javier Pintos, ambos colorados, se abstuvieron de votar, mientras que estuvo ausente el concejal liberal Félix Ayala. (ÚH, Mayo 08, 2024).
Los asuncenos no deben olvidar tan pronto los nombres de aquellos que han traicionado la confianza de los electores. Además, esto debe llegar a la Justicia y todos los involucrados, responsables y cómplices deben responder por sus acciones u omisiones. Los contribuyentes se merecen respeto.