Respecto a la inflación núcleo, que excluye los precios de productos por estacionalidad y la volatilidad, esta se ubicó en 0,3% en mayo, mientras que la acumulada en el año llega a 2,2% y la interanual es de 4,0%.
De acuerdo con el informe, en el quinto mes del año se observaron subas moderadas en los precios de bienes durables y de servicios. También se señala que se destacaron reducciones moderadas en los alimentos y combustibles, lo que se conoce como un comportamiento mixto de precios.
En el caso de los alimentos, experimentaron una baja de -0,1%; en el caso de las frutas y verduras se dio una reducción de -7,8%, y en los derivados del petróleo de -2,9%, lo que compensó la suba experimentada en varios alimentos sensibles dentro de la canasta.
Entre las principales subas de alimentos se encuentra la carne: El puchero de segunda en mayo se encareció un 9,5% y en los últimos 12 meses ya subió 22%; la costilla de primera subió 9,3% en el último mes y 24,7% de manera interanual.
Otros productos que experimentaron subas son el café torrado con 7,9% de alza en mayo y 25,9% en un año; el café instantáneo solo en mayo subió 3,1% y acumula un incremento de 24,9% en los últimos 12 meses.
En contrapartida, en mayo se registró una baja en los precios de la lechuga de -49,3%, mientras que la variación interanual es de 71,3%; la cebollita de hoja se redujo -25,6%, y acumula una baja de 26,8%.
También se registraron bajas de precios en el huevo de -18,5%; el locote de -10,7%, la banana de -10,2%, en mayo.
“Este resultado estuvo explicado por comportamientos mixtos; por un lado, subidas e incidencias positivas en los componentes de alimentos sin frutas y verduras, bienes y servicios de la canasta, mientras que las frutas y verduras y los combustibles mostraron tasas de variación y, por lo tanto, también incidencias negativas en el resultado. Finalmente, estos efectos fueron compensados entre sí, derivando en una tasa de 0% en términos mensuales”, comentó el gerente de Estadísticas Económicas, Gustavo Cohener, durante la presentación.
Asimismo, indicó que, en términos interanuales, también “ocurre relativamente lo mismo, en el sentido de que se observan las principales incidencias positivas en los componentes de alimentos sin frutas y verduras, servicios y bienes de la canasta, mientras que las principales incidencias negativas en lo que sería el componente de combustible y, mejor dicho, energía, y de frutas y verduras, los cuales derivan finalmente en una tasa de variación del 3,6% interanual destacado previamente”.